Rodolfo Suarez es la apuesta del gobernador Alfredo Cornejo para darle continuidad a su gestión. Confía en que su intendencia en Ciudad le sirva de vidriera y asegura que no sólo mantendrá la política de achicar la planta personal del Estado, sino que también aspira a modificar la constitución para recortar a la mitad la cantidad de legisladores.
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-En cuanto a formación política, ¿en qué cree que se parece a Alfredo Cornejo?
-Además de unirnos una larga historia que comienza en San Carlos, tenemos la misma visión de cómo tiene que administrarse el Estado. Como llevar adelante políticas públicas, somos muy estrictos con el gasto. Si bien tanto él como yo trabajamos mucho en armar buenos equipos, somos de estar en el detalle de la gestión. Buscamos que el gasto tenga total relación con los ingresos, priorizar la obra pública y los servicios. Lo hizo él en Godoy Cruz y lo he hecho yo en Ciudad. Lo está haciendo él con el Estado provincial al que deja con 9.000 empleados menos y lo he hecho yo en Ciudad en donde tengo 400 empleados públicos menos.
¿Usted pretende continuar con esa política de reducción de la planta de personal en el Estado?.
-Tenemos que tener un Estado eficiente y eficaz. El Estado no tiene que ser un generador de empleo, pero sobre todas las cosas no tiene que ser un generador de empleo para la política, porque muchos políticos se ven en la tentación de nombrar gente, nombrar aún en lugares en los que no son necesarios. Sí hay que nombrar donde sea necesario y hacerlo a través de un concurso.
-En función de esa capacidad que dice tener para armar buenos equipos, de llegar a ser gobernador ¿se llevaría con usted a alguno de sus funcionarios actuales?
-Sí, seguramente algunos me van a acompañar. Pero no me gusta hablar de personas para no poner el carro adelante del caballo, hay que esperar al 29 para pensar en eso. Igualmente hay mucho equipo, hay mucha gente calificada en el Gobierno de Mendoza y nosotros aspiramos a seguir gobernando la Ciudad de Mendoza con Ulpiano (Suarez) y él también va a necesitar de ese equipo, hay muchos jóvenes formados y con experiencia.
-Usted ha dicho que pretende reformar la Constitución provincial para terminar con las dos cámaras en la Legislatura e ir a la unicameralidad, ¿cree que esa iniciativa tendrá consenso político?
-El consenso no tiene que ser de los políticos, sino que tiene que tener consenso social y creo que es una medida que tiene el 99% de consenso social. Hoy tenemos dos cámaras con más de 70 legisladores que obedecen a la misma lógica, se eligen de la misma manera y representan a los mismos territorios. Por ejemplo en el Tercer distrito electoral se eligen a legisladores de Godoy Cruz junto con los de San Carlos, cuando son dos realidades absolutamente distintas, son un departamento netamente urbano con uno netamente rural. Y además los legisladores responden a la misma lógica partidaria: obedecen al partido y votan lo mismo, no funcionan como cámaras revisoras. Yo creo que hay que tener un órgano moderno, más chico, que sea representativo geográfica y demográficamente.
-Y eso cómo se lograría?
-Geográficamente habrá un representante por departamento y demográficamente aquellos que tengan más de 100.000 habitantes tendrán 3, dos por la mayoría y uno por la minoría, obviamente se incluye allí al que le corresponde a cada departamento. Así reduciríamos a la mitad a los legisladores y también a sus asesores y personal a cargo. Con esto bajamos el gasto político y estamos dando a la sociedad un gesto político en el contexto en que estamos viviendo. También eliminaría las elecciones de medio término, como en Córdoba. Haría una cada 4 años y agilizaría los sistemas de consulta para el caso de una remoción, que se pudiera hacer un plebiscito. Teniendo una elección cada 2 años, el que gobierna después de dos años tiene el poder licuado.
-¿Como sortearía el escollo que tuvieron quienes anteriormente quisieron reformar la constitución, a los que se los frenó ante la posibilidad de incluir una reelección?
-Hay muchos mitos que se producen en Mendoza diciendo que es bueno que el gobernador no tenga una reelección y eso es muy malo. Como en todos los países desarrollados, una reelección para todos los cargos es ideal, porque está claro que si los primeros 4 años se hizo un mal gobierno, la gente no lo va a reelegir, no es automático. Si es bueno, está bien darle otra gestión.
-Si fuera hoy gobernador, ¿qué medidas tomaría para que la crisis económica no le impacte tanto a los mendocinos?
-Primero que nada seguir manteniendo el orden en el Estado. Porque a pesar de que a Argentina le ha ido mal en estos 4 años -en los 4 anteriores y en los anteriores también-, desde la provincia lo que se puede hacer es mantener el orden, el superávit, y prestar mejores servicios.
-Siguiendo la escuela de Cornejo usted también ha insistido en diversificar la matriz productiva...
-Sí, claro. Hay que afianzar nuestra matriz productiva que es bastante diversa, hay que pensarla desde las variables de nuestra economía para generar empleo. Para esto hay que tomar medidas con el resto de los partidos políticos para disponernos a crecer. Nos tenemos que poner de acuerdo de que a Vaca Muerta hay que explotarlo y para eso hay que hacer fracking. Hoy hay candidatos que están diciendo que a Vaca Muerta se la explota sin fracking, es un imposible eso.
-Esa diversificación tiene que incluir minería en Mendoza
-Yo soy de los que he estado diciendo eso. Digo que hay que hacerlo con mucha responsabilidad de parte del Estado, con muchos controles, en aquellos lugares en los que haya consenso social, como es en Malargüe, podemos generar muchísimo empleo para los mendocinos con la minería. Es una economía que genera una cadena de valor con mucho empleo, en la metalmecánica por ejemplo, y eso beneficia a toda la provincia.
Pero obviamente esto lo que tiene que hacer un Estado sano, que haga bien los controles. Hoy en el mundo esto pasa. Hoy el mayor problema del mundo es el calentamiento global y la única manera de combatirlo es hacer energías limpias y la única manera es a través de la minería.
-La campaña electoral del PJ en la provincia buscó nacionalizar la elección, ¿usted compite con Anabel Fernández Sagasti o con Alberto Fernández?
- No, yo compito con Fernández Sagasti, estamos eligiendo gobernador, y los mendocinos eso lo tienen muy claro. Nosotros hemos tenido gobiernos como los de Celso Jaque o Paco Pérez con Cristina Fernández de Kirchner y nos ha ido muy mal y otros como el de Cobos con Néstor Kirchner y nos ha ido muy bien. La gente va a valorar eso en las próximas elecciones y eso se va a reflejar en las 14 comunas en las que se vota
-Al analizar su entorno político se ve a varios integrantes de su familia, ¿se apoya mucho en ellos o es que confía más en ellos?
-Es que yo vengo de una familia que tiene más participación política que yo. Mi padre, mi hermano e incluso mi sobrino, Ulpiano, que es candidato en Ciudad, era funcionario de Cornejo antes que yo. Yo siempre fui el que estuvo más dedicado a la profesión de abogado y soy de los últimos en sumarme a la gestión.