Lo llamativo, además de la coincidencia en fechas con los aniversarios, es que el llamado “Operativo Independencia” ejecutado por el Ejército en 1975, fue declarado por la Justicia de la Argentina como un genocidio hace ya tiempo.
En un extenso fallo el juez Daniel Bejas sostuvo que el Operativo Independencia entrañó un delito de genocidio y que se implementó en Tucumán "un estado de excepción (estado de sitio de hecho) en el que se desconocieron los derechos fundamentales de las personas y se suspendieron en forma absoluta sus garantías, en el marco de un proceso de desapoderamiento de las autoridades políticas-civiles que culminó con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976”.
El fallo agregó en su momento que "la intervención masiva de las fuerzas armadas y de seguridad” fue “un plan sistemático de exterminio de opositores políticos mediante la utilización del aparato estatal y de control social a través del terror, llevada adelante con la aquiescencia del gobierno civil".
Pese a esto el bloque del PRO, para argumentar el proyecto de homenaje, argumentó ahora que “es sabido que durante el gobierno democrático que se inició en 1973 y duró hasta el golpe de Estado de 1976, la guerrilla estaba muy activa cometiendo atentados en las zonas urbanas y especialmente en los montes tucumanos, zona en la que se había instalado el ERP, Ejército Revolucionario del Pueblo, pretendiendo extender desde allí la revolución marxista a todo el país”.
El diputado Cairo, al argumentar, sostiene que las acciones del Ejército respondían a que “la presidente de la Nación, María Estela Martínez de Perón, el 5 de Febrero de 1975, había ordenado el comienzo del llamado “Operativo Independencia” a través del Decreto Nº 261”.
Sin embargo el decreto mencionado no fue firmado por la entonces presidenta, sino por Ítalo Luder, ya que María Estela Martínez de Perón estaba de licencia. Pero, además, el decreto dice que “el comando General del Ejército” deberá “neutralizar y/o aniquilar el accionar” de la guerrilla, pero habla de sus acciones y no de ejecutar a sus integrantes.