Perfil

Quién es Walter Bento, el juez federal de Mendoza destituido tras casi 18 años de carrera

Al frente del Juzgado Federal 1 de Mendoza, Walter Bento concentró altísimo poder en causas penales y en la competencia electoral. Su caída comenzó hace 2 años cuando fue imputado por delitos penales

Walter Bento llegó a la Justicia Federal de Mendoza de la mano de otro juez federal: Alfredo Manuel Rodríguez, quien le dio el puesto de titular de una Secretaría Penal que estaba vacante en el juzgado federal 3, veinte años atrás. El contacto fue su esposa, Marta Boiza, quien trabajaba para Rodríguez como secretaria privada.

Antes había trabajado en Buenos Aires en el mundillo bursátil, que dejó para radicarse aquí con su familia mendocina.

►TE PUEDE INTERESAR: El juez federal Walter Bento fue destituido por el Jury de Enjuiciamiento

Walter Bento.jpeg
Walter Bento.

Walter Bento.

Concursó para ser juez titular del Juzgado Federal 1 que Luis Leiva había dejado vacante por destitución tres años antes y en 2005 accedió al cargo con acuerdo del Senado Nacional por recomendación del entonces Presidente de la Nación Néstor Kirchner. Desde entonces, Bento fue considerado un juez kirchnerista.

Durante casi 18 años Walter Bento concentró, desde su sillón de magistrado, amplios poderes como juez investigador de delitos federales y por tener a cargo la custodia de la legalidad de todas y cada una de las elecciones para cargos nacionales que se realizaran en Mendoza: desde legisladores nacionales hasta Presidente.

Walter Bento: de perfil bajo y distante con la prensa

Walter Bento siempre mantuvo el bajo perfil y se mostró distante con la prensa, más allá de las ocasiones protocolares, como los procesos electorales, donde hablaba en público antes, durante y después de cada acto.

►TE PUEDE INTERESAR: La estrategia de Walter Bento para hacer caer al acusado que confesó coimas de 722 mil dólares

walter bento y luciano bento.jpeg
Walter Bento, aquí en el juicio penal que se desarrolla en Mendoza.

Walter Bento, aquí en el juicio penal que se desarrolla en Mendoza.

Siempre tuvo dos despachos: el de juez penal, en el tercer piso de los Tribunales Federales, en España casi Pedro Molina. Allí, más allá de algún saco o corbata o de algunos objetos personales y de trabajo, ostentó una llamativa y cada vez mayor colección de búhos: adornos de diversos tamaños y materiales que fueron su debilidad y motivo de sorpresa para sus visitantes. Como en el caso de la jueza federal María Romilda Servini. Para muchos, su mentora y su paraguas protector. Políticamente hablando.

Allí recibía a abogados y los encargados de las secretarías penales de su juzgado. Por allí pasaron gran cantidad de causas ligadas a los delitos federales, como el narcotráfico, entre otros.

Walter Bento concentró alto poder en su juzgado

Los dominios de Walter Bento en cuanto a la competencia electoral estuvieron en el cuarto piso del edificio del Correo, en San Martín e Infanta Mercedes de San Martín, a dos cuadras de los Tribunales Federales. Allí atendía a políticos y a apoderados. Allí también resolvía planteos propios del mundillo político y electoral. Como precandidaturas y candidaturas. Y resultados electorales.

Siempre visitó correctamente, de manera elegante. En el trato, siempre anteponiendo su condición de juez federal de la Nación. Marcando distancias con sus interlocutores. Para muchos, una forma de prudencia. Para muchos otros, una cuestión de superioridad.

walter bento 1.jpg
Walter Bento, ex juez federal de Mendoza, antes de ser destituido. Foto: Axel Lloret

Walter Bento, ex juez federal de Mendoza, antes de ser destituido. Foto: Axel Lloret

En público, nunca se lo vio perder la compostura. Jamás se lo escuchó gritar. Ni siquiera cuando se sintió acorralado -a su juicio injustamente por la pesquisa penal- por el fiscal Dante Vega ni por las autoridades de la Justicia Federal ni por el Jury de Enjuiciamiento.

A diferencia de otras épocas, cuando prefería estar lejos de los medios de prensa, cuando vio en peligro su carrera y su libertad sí tomó contacto con periodistas y aceptó hablar y hasta propuso ser entrevistado para dar su versión. Para defenderse.

Entonces, su imagen se volvió más pública que de costumbre. Incluso potenciada por las transmisiones en vivo del juicio penal a cargo del TOF 2 desde Mendoza y del juicio político en Buenos Aires, adonde acudió a cada audiencia.