Análisis y opinión

¿Qué pensará ahora el PD mendocino de este Milei que está mostrando su verdadera cara populista?

Los gansos creyeron que Milei iba a devolver a la Argentina a la senda de un liberalismo moderno, democrático, republicano. Pero todo era populismo de ultraderecha

El menguado Partido Demócrata de Mendoza sorprendió hace unas semanas al dar un fervoroso y muy adelantado apoyo al proyecto presidencial de Javier Milei para 2023. Estaban convencidos de que ese alocado personaje era la representación vívida del nuevo e incontaminado político que iba a devolver a la Argentina a la senda de un liberalismo moderno, democrático, republicano, alejado de los populismos kirchnerista y peronista.

Sin embargo, ha sido el propio Javier Milei el que ha generado su tsunami político, su alud de barro y piedras para decirlo en un lenguaje más cercano a estas tierras pedemontanas. Más de un dirigente ganso se debe estar preguntando qué los llevó a tirarse de cabeza a una pileta que creyeron de límpidas aguas del mejor liberalismo y que ahora está mostrando su verdadera entidad de ciénega.

Ocurre que la realidad viene encargándose de darle unas formidables patadas en el tujes a Javier Milei. Y está bien, porque ese dirigente libertario está más sobrevalorado que Lali Espósito. Y alguien tenía que hacérselo saber. Primero fueron sus desaciertos al proponer un libre mercado de órganos del cuerpo humano. Después la propuesta de darle total libertad a la portación de armas. Ahora el tipo fue a la conquista del conurbano bonaerense para lo cual contrató un estadio con capacidad para 14.000 personas con el fin de lanzar su aventura presidencial.

La casta política -a la que Milei putea a diario con fruición- todavía se le debe estar riendo en la cara. Es que sólo fueron 1.500 personas, pese a que el acto político incluía un show de cumbia de El Dipy.

La cancha de fútbol -que le quedó extremadamente holgada para sus aparatosas pretensiones- se llama El Porvenir, queda en Gerli, partido de Lanús, y lo que ocurrió allí fue una dura advertencia para el futuro del líder de La Libertad Avanza, quien desde las últimas elecciones legislativas actuaba como si nada ni nadie lo fuera a frenar tras obtener el tercer puesto. Sin embargo fue su propia bocaza y sus extravagantes propuestas las que se encargaron de ir bajándole el precio.

Los demócratas tienen amplia experiencia en eso de creer que un tercer puesto es un pasaje directo al cielo político para luego caer con estruendo en la realidad más cruda. Está visto que no aplicaron debidamente esa enseñanza ante el experimento Milei.

La multitud no llegó

"¿Cómo venimos de público?" empezó a preguntar Milei a su equipo una hora antes del horario previsto para comenzar el acto en El Porvenir. Cuando le contestaron que no era lo esperado, se puso espeso el ambiente. Sobraba el personal de control, que se había contratado para manejar a la supuesta multitud. Las vallas que se habían desplegado en la cancha no tenían sentido. Ninguna estampida de público se iba a producir porque la asistencia era magra.

Para contener al personaje ahí estaba esa corte (no de los milagros) que lo acompaña en los actos y cuyos componentes se diferencian muy poco de las características de la casta política. Es más, vienen demostrando que son tan casta como el político más mentado. Y eso que están aún en el llano.

Entre ellos se destacaban el influencer financiero Carlos Maslatón; la hermana de Milei, Karina, gerenta general de este emprendimiento aspaventoso, a la que llaman "El Jefe". También la diputada nacional Victoria Villarroel, quien pese a vivir y representar a la Ciudad de Buenos Aires viaja a lo loco por todo el país haciendo campaña por el libertario con pasajes aéreos que el Congreso destina a los legisladores que viven en las provincias, por lo cual es habitual que falte o que llegue tarde a las sesiones de la Cámara de Diputados. Otro de los diputados que hace de comparsa y de supuesto "armador" es Carlos kikuchi, ex jefe de prensa de Domingo Cavallo; y hay hasta un sobrino de Menem, de nombre Martín, como para darle un touch menemista de los ´90 a este merengue rancio.

Casi todos ellos se recelan entre sí o se acusan a través de las redes sociales. ¿Quién puede imaginar algún futuro para esta bolsa de gatos? ¿Quién puede pensar que estos personajes integren un supuesto gabinete presidencial?

Maslatón, quien suele ser presentado como uno de los principales aportantes financieros del rockstar de la nueva política, acaba de acusar nada menos que a la hermana de Milei, la citada e influyente Karina, de ser "una dictadora barata e ignorante" y de estar llevando al espacio que era puro futuro "a la catástrofe", por lo cual, según advirtió, "no vamos a aceptar más sus órdenes. Sólo defendemos a muerte a Javier Milei". Maslatón también castigó con fervor al "armador" Kikuchi al que acusó de ser "un traidor infiltrado". Como se ve, un menjunje "prometedor".

El desinfle

Hace dos meses, cuando la mesa nacional de Juntos por el Cambio dedicó una jornada para discutir qué hacían con este Milei que venía a sacarle votos por derecha a la coalición opositora, dijimos en esta columna que lo peor que se podía hacer con este personaje era "querer cuestionarlo con ánimo de pontificar ya que no no es el púlpito o el catecismo lo que va a mostrar a Milei con su verdadero rostro, sino la realidad".

La gran víctima de esta "patriada" ridícula que lleva adelante el despeinado es el liberalismo democrático y republicano. Lo que Milei propone es más populismo pero en nombre de la ultraderecha neoliberal.

Citemos al libertario: "El de los órganos es un mercado más y así deberíamos pensarlo. El problema es que el Estado quiere regular todo. Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo", se pregunta Milei. Es es el mismo Milei que militó en contra del aborto legal con los argumentos de un católico extremo. Es el Milei que al mismo tiempo que se replicaban las matanzas a tiros en los colegios de los Estados Unidos proponía para la Argentina el libre uso de armas para defensa personal.

Trump. Bolsonaro. De esa estirpe de personajes falsamente pintorescos está hecha la fibra de Milei. Cómo estará de chiflado este hombre que ya ha anunciado que en caso de llegar a presidente le asignará a su hermana Karina el "el puesto de primera dama" porque "es el ser humano más maravilloso del planeta". Los argentinos sabemos de lleno lo que significa llegar al máximo poder de la república portando a familiares pelmazos y desubicados (hijos, cuñados, hermanos, primos) que luego actúan como si estuvieran en una corte despótica europea de hace tres siglos.

Lo de MIlei es puro populismo de ultraderecha. Muchos liberales sensatos se preguntan ¿Qué es lo que aprendió de la Escuela Austríaca de Economía con la que tanto se pavonea. Los creadores de esa Escuela se deben estar revolviendo en su tumba.

Milei es un personalista extremo que ni siquiera ha logrado acuerdos duraderos con otros libertarios como José Luis Espert. Nos prometía que iba a hacer docencia política liberal desde el Congreso, pero su tarea más conocida en ese ámbito es difundir "esas rifas de beneficencia política" que concreta con su sueldo y que ni siquiera le han servido para juntar gente en el Conurbano,

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