Lunes a la noche. Pedro Llorente, ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, y uno de los tantos contagiados de coronavirus que hay en Mendoza, atiende su teléfono celular y advierte.
Lunes a la noche. Pedro Llorente, ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, y uno de los tantos contagiados de coronavirus que hay en Mendoza, atiende su teléfono celular y advierte.
- Hola, hola; estoy en el hospital.
- Lo sabemos y por eso lo llamamos. ¿Cómo se siente? pregunta el periodista Diario UNO.
- Bien. Convencido de que a este virus hay que enfrentarlo con energía. Mucha energía.
Se lo escucha realmente bien al supremo aunque con un dejo de preocupación en la voz, que está intacta. La procesión va por dentro, aseguran quienes lo conocen.
A pocos meses de cumplir los 80 años, Llorente tiene coronavirus y transita esta situación de salud en una cama del hospital Schestakow de su San Rafael natal.
Ya había sido vacunado con la primera dosis pero el virus de la pandemia lo sorprendió la semana pasada.
La secuencia fue corta: síntoma respiratorio, hisopado e internación inmediata.
Llorente, el más experimentado y de mayor edad en el máximo tribunal de justicia de Mendoza, es el primer supremo que ha contraído el virus.
Ha pasado la mayor parte de este año de pandemia trabajando vía remota desde San Rafael, aunque intercalando, ya en los últimos meses, esa virtualidad con presencia en los tribunales.
Llorente, el único sobreviviente de la Corte radical creada a mediados de los '80 por el gobernador radical Felipe Llaver, había sido noticia este año pero no por el coronavirus, sino porque ANSES lo intimó a renunciar al cargo bajo el argumento de que podía perder la jubilación ya otorgada.
Sin embargo, el sureño sigue en funciones y atiende únicamente una convicción al respecto.
- Mientras esté en condiciones voy a seguir trabajando -habia dicho a Diario UNO en un reportaje en 2019. Y se mantiene en esa postura. Aún hoy.
Llorente, de corazón radical, como él mismo admitió a Diario UNO, garantiza con su presencia que el oficialismo mendocino tenga mayoría en la composición plenaria en la Corte.
Integra la Sala Primera que atiende causas civiles y comerciales junto con Julio Gómez y Teresa Day.
Con su presencia Llorente asegura el 4 a 3 del radicalismo contra el peronismo en una Corte altamente politizada como nunca antes en Mendoza y con muchos asuntos pendientes de resolución.
Y ese es uno de los motivos por el cual sigue en el cargo, al que arribó en los 80, más allá de las intimaciones de ANSES, entiéndase de parte del kirchnerismo nacional.
Hace casi un año se erigió en único supremo sobreviviente de la Corte de Llaver: más precisamente cuando renunció Jorge Nanclares de manera sorpresiva.
Llorente fue legislador provincial antes que supremo. Y aunque por unas horas llegó a gobernar Mendoza por las ausencias momentáneas gobernador y del vice siendo él Presidente Provisional del Senado y tercero en la línea de sucesión.