Más concretamente, se evalúa que las PASO se realicen finalmente el domingo 12 de septiembre, mientras que las elecciones legislativas se concreten el 14 de noviembre.
El oficialismo aclaró que la propuesta será "charlada con todos los partidos políticos que tengan representación", y aclararon que "debe tomarse en base a criterios científicos: el crecimiento de casos de coronavirus y camas ocupadas de terapia intensiva".
El titular del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, quien estuvo el martes en el encuentro en Casa Rosa junto al intendente de Vicente López, Jorge Macri, afirmó a Noticias Argentinas que hubo "charlas informales, pero hay que ir viendo cómo progresa la pandemia".
"No creo que se suspendan las PASO. Podemos hablar de más tiempo o menos tiempo, pero las PASO y las elecciones generales son una regla de la democracia que no pueden ser alteradas. Menos en un año electoral", subrayó el diputado opositor en diálogo con NA.
La presencia de Ritondo y Jorge Macri en la Rosada generó malestar en algunos dirigentes de Juntos por el Cambio, ya que señalaron que no estaban al tanto de que se iba a hablar del tema del cronograma de elecciones y consideraron que con estas iniciativas el Gobierno busca "dividir a la oposición".
Sobre las diferencias que surgieron en ese espacio se pronunció la senadora Laura Machado, quien remarcó que "en principio la postura de Juntos por el Cambio es mantener el actual cronograma electoral", mientras que pidió que "si hay cambios, sean estrictamente por temas sanitarios" y no políticos.
"Se ha votado en elecciones municipales en distintos puntos del país y no se han generado mayores contagios. Con la seriedad del caso, la semana que viene, si se decide asistir (a las reuniones con De Pedro), se verá. Pero en principio no queremos correr el cronograma electoral", planteó Machado en declaraciones al canal LN+.
De esa forma, la senadora aludió a la postura de un sector de Juntos por el Cambio, que considera que estas modificaciones del cronograma de votación que propone el oficialismo podrían obedecer más a un cálculo político que a la cuestión sanitaria por la pandemia.