Mientras espera señales de apoyo externo (en especial de Estados Unidos y el FMI) para llegar sin otro terremoto económico a las elecciones del 27 de octubre, el presidente Mauricio Macri buscó fortalecerse en el cargo con un operativo “blindaje”, que lo mostró toda la semana rodeado de dirigentes aliados y con sus ministros “hablando con la oposición”. Y el foco puesto también en contener la corrida cambiaria y bancaria post PASO.
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Con el objetivo de evitar la imagen de un desgobierno, Macri tuvo una semana hiperactiva de reuniones en Casa Rosada y en Olivos y ratificó ante empresarios (AEA) que sigue siendo candidato a la reelección y está “trabajando para llegar al balotaje”.
El mismo mensaje llevó a la tropa interna -legisladores, ministros y dirigentes de Juntos por el Cambio que convocó en Olivos- para pedirles pese al desánimo por la derrota en las PASO, que salgan a defender al Gobierno y las medidas económicas que tomó -a pesar de detestarlas, como el mini cepo cambiario- para “estabilizar la economía” y mantener la “gobernabilidad”.
En ese clima de incertidumbre, la Casa Rosada estuvo esta semana casi blindada con estrictos operativos de seguridad ante las movilizaciones sociales que reclaman declarar la emergencia alimentaria, algo que el Gobierno insiste en rechazar pero que de a poco amenaza con transformarse en otro frente de conflicto con la oposición en el Congreso.
Ahora, Macri intenta “reperfilar” su campaña con esos dos ejes: “estabilizar la economía” y mantener “la gobernabilidad”, y mostrarse como piloto de la tormenta que su propia gestión generó, al menos hasta las elecciones.
Si pasa ese examen, el 22 de septiembre arrancará la campaña por la reelección, o al menos, para llegar a terminar su mandato en diciembre, retener los escaños en el Congreso y los distritos que gobierna Cambiemos para posicionar a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta como eventuales jefes de una futura oposición.
Atado con alambre
“Esto es día a día”, admiten en el Gobierno sobre las expectativas de calmar la crisis que la semana pasada generó -una vez más- preocupación en los ahorristas, en el sistema financiero y en el propio Ejecutivo. Por primera vez en la historia del país, se publicó un domingo el Boletín Oficial para anunciar medidas de emergencia que frenaran la fuga masiva de depósitos bancarios.
“No habrá acto de lanzamiento, hoy la mejor campaña es gobernar, gestionar y dialogar”, dijo a A24.com una fuente que conoce de cerca todo lo que se habla en la nueva mesa chica, encabezada por Macri, Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Miguel Pichetto, Elisa Carrió y que eligió como principal vocero al ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.
Macri apuesta las últimas fichas
Un pedido de ayuda a Trump y las negociaciones con el FMI: es de esperar que en las próximas horas (o días) haya novedades. Fuentes cercanas a Lacunza revelaron a A24.com que una nueva misión del Fondo se reunirá en los próximos días para definir el tema. En esta semana confirmarán si el ministro viaja a Estados Unidos para renegociar los términos o viene una nueva delegación del organismo a Buenos Aires.
De eso hablaba Macri el jueves, desde Córdoba, cuando dijo: “Esperamos el desembolso del FMI porque cumplimos todo”.
Así ratificó la esperanza de conseguir una nueva y última ayuda para completar los 57 mil millones del préstamo stand by acordados en mayo y renegociados en agosto del año pasado, en medio de la más grande corrida cambiaria de la era Macri.
El presidente no aclaró si cumplió las metas de inflación, de superávit fiscal, de recaudación y de gasto acordadas, sobre todo después de las medidas de emergencia anunciadas por los ministros Sica y Lacunza tras las PASO.
Según supo este portal, en una charla telefónica Macri también pidió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que interceda ante el FMI para que apruebe el desembolso, demorado por las críticas de Alberto Fernández y la oposición en el Congreso, que se resiste a apoyar el reperfilamiento de la deuda.
A diferencia de otras veces, Trump no se jugó a expresar un apoyo públicamente. Un ejemplo fue la visita el jueves a la Argentina de la hija mayor, Ivanka Trump, en medio de la gira por América del Sur. Sin embargo, no visitó a Macri, algo que sí hizo un día antes con el presidente de Colombia, Iván Duque.
¿El futuro depende del Congreso?
Desesperado por evitar que la Argentina vuelva a ser declarada formalmente en default, Macri quiere mostrar un mínimo consenso político con la oposición para lograr que el FMI acepte renegociar la deuda a largo plazo.
Ese es el mensaje de la Casa Rosada para meter presión a la oposición peronista que, con el candidato Alberto Fernández de gira por España, prefiere no hacerse cargo de sancionar una ley que habilite a renegociar la deuda que deberá pagar quien asuma a partir de diciembre..
El clima de tensión se reflejó el pasado lunes, cuando por la falta de acuerdo, el Gobierno se vio obligado a postergar la presentación del DNU que tenía previsto llevar Lacunza el miércoles ante la Comisión Bicameral de Deuda en el Congreso.
Macri mantuvo la línea abierta con su rival, Alberto Fernández, mientras Lacunza y Frigerio se dedicaron toda la semana a tratar de convencer a los asesores económicos de Fernández, a diputados,senadores y gobernadores del PJ para intentar avanzar en un proyecto de “consenso”.
“Si no hay voto de la oposición del reperfilamiento de la deuda a largo plazo, los acreedores no vienen”, admitió una fuente de Casa Rosada a A24.com.
En el medio, el Ejecutivo seguía intentando convencer a gobernadores y a legisladores, quienes necesitan autorización del poder central para refinanciar la deuda en dólares de sus provincias y una compensación a las quitas de coparticipación por las últimas medidas de eliminación del IVA en alimentos y el congelamiento del precio de combustibles.
Si no hay consenso, no lo enviarían al Congreso y el DNU publicado en el Boletín Oficial el domingo pasado naufragará como una medida aislada. La duda, en ese caso, pasa por las eventuales consecuencias que traería esa situación a la economía real y al clima preelectoral.
“No te adelantes, todo es día a día”, señaló un funcionario con despacho en Balcarce 50, para graficar el ánimo reinante en estos días.