Termina noviembre: el mes de las elecciones para la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. Ese mes que hace 2 años determinó el comienzo del final de la carrera de uno de los supremos históricos, Jorge Nanclares (71), y en simultáneo el posicionamiento de uno de los más jóvenes: Dalmiro Garay.

En los noviembres de años impares se elije nuevo presidente de la Corte y se determina la nueva composición de los tribunales para los dos años siguientes.

Ambos requisitos son indispensables para designar al conductor de ese poder público y para fijar, por ejemplo, qué jueces tendrán a cargo las causas civiles, comerciales, de familia, penales y laborales, en las Salas I y II. La Sala III tiene a cargo la administración de los recursos financieros, técnicos y humanos para que el sistema funcione.

Fecha clave

El miércoles 24, el pleno de la Corte, sin Omar Palermo, de viaje por capacitación, elegirá nuevo presidente. Las pretensiones y la definición se darán ese día en la sala de reuniones del máximo tribunal. Ni antes ni en otro lugar.

Los supremos se sentarán a la mesa de definiciones y quienes quieran postularse para ser presidente de la Corte deberán manifestar su voluntad, la que será puesta a consideración de quienes no pretendan llegar a la cima.

El escenario

Hace 2 años Nanclares fue reelecto en la cima de la Corte gracias a una ajustadísima votación 4 a 3 que él mismo desempató votándose a sí mismo, episodio que terminaría por sellar su suerte a mediano plazo tras el conflicto de los jueces civilistas rebeldes.

Apenas seis meses permaneció Nanclares al frente del máximo tribunal porque renunció el 1 de junio de 2020 mientras la pandemia se aprestaba a mostrar su cara más devastadora, incluso en Mendoza. "Tiempo cumplido para mí", dijo el ya ex juez a Diario UNO.

Rápidamente tomó la posta Dalmiro Garay, que había llegado a la Corte dos años antes con fuerte apoyo de Senado provincial y gracias a la promoción del gobernador Alfredo Cornejo que ya había apostado por él como ministro de Gobierno.

Durante la primera semana de julio de 2020 Garay asumió para completar el mandato inconcluso de Jorge Nanclares, que se retiró a los 70 años con casi 33 años de carrera en el máximo tribunal.

Rodolfo Suarez inauguración del Polo Judicial.jpg
Dalmiro Garay (al centro) en el corte de cintas del edificio del nuevo Polo Judicial.

Dalmiro Garay (al centro) en el corte de cintas del edificio del nuevo Polo Judicial.

La designación de Garay terminó 3 a 0. Quedó legitimada únicamente por los votos del resto del ala radical de la Corte: Pedro Llorente, José Valerio y la recién llegada Teresa Day, la sucesora de Nanclares.

El peronismo de la Corte directamente no fue a la reunión concretada el 3 de julio de 2020.

El futuro de Garay

Los presidentes de la Corte de Mendoza pueden ser reelectos una vez y para volver a postularse deben dejar pasar 2 años.

En este caso, la situación de Garay es distinta. Los 16 meses que lleva al frente de la Corte han transcurrido en el rol de quien debía terminar el mandato de Nanclares por lo cual si se decide podrá postularse para presidir el máximo tribunal hasta 2023 y con derecho a ir por la reelección hasta 2025.

En cualquiera de ambos escenarios la pretensión deberá pasar por el filtro del pleno de la Corte donde votan radicales y peronistas; estos últimos los que pegaron el faltazo cuando fue electo para suceder a Nanclares.

Un detalle no menor: Omar Palermo no votará.

Si Garay decide postularse el miércoles 24 de noviembre, llegará con una medalla de gestión importante: haber conducido el Poder Judicial durante la pandemia de coronavirus sin que el servicio de justicia se paralizara.

Otro logro podría considerarse la salida del conflicto con los empleados y funcionarios judiciales tras un plan de lucha, paros y movilizaciones.

Uno más, que tiene mucho que ver con la gestión colectiva de la Suprema Corte durante los últimos años, es la inauguración del nuevo Polo Judicial Penal.