Su lucha por la inclusión

La historia de resiliencia de Martín Ferrer, el futuro ingeniero con parálisis cerebral que busca ser concejal

Tiene 25 años y es estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables. Desde que nació padece una encefalopatía crónica no evolutiva (ECNE). Es precandidato en la lista de Luis Petri

Martín Ferrer tiene 25 años y es precandidato a concejal por Cambia Mendoza en Luján de Cuyo. Una falta de oxígeno durante el parto le provocó una lesión en la parte central de su cerebro y, desde entonces, padece una encefalopatía crónica no evolutiva (ECNE), que limita sus movimientos y su habla. La patología se conoce más comúnmente como parálisis cerebral.

Desde niño aprendió a superarse, a ponerse objetivos, alcanzarlos y dar un pasito más allá. También aprendió a trabajar en equipo porque por la dificultad motora que padece en sus brazos no puede escribir con autonomía.

Hizo el secundario en el DAD, una de las escuelas dependientes de la UNCuyo a la que miles de adolescentes mendocinos quieren entrar año tras año. "La meta era terminar la secundaria pero cuando estaba cerquita de hacerlo empecé a pensar en la universidad y me anoté en Ingeniería en Recursos Naturales Renovables", cuenta a Diario UNO.

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Y en esa aventura anda hoy. Ya con 25 a cuestas y un brazo mecatrónico que le brinda mayor independencia a la hora de comer, alternando entre el estudio y la campaña electoral que encaró de la mano del precandidato a intendente Matías Bertona, del equipo de Luis Petri.

La discriminación y un largo camino hacia la inclusión

Que la inclusión deje de ser una palabra bonita en un discurso es lo que Martín busca con su precandidatura a concejal en Luján.

Nacer con parálisis cerebral es vivir una vida no solamente llena de desafíos y escollos por sortear, sino también de discriminación por superar.

Un hecho concreto que sufrió hace poco haciendo un trámite en la administración pública le abrió los ojos. "No estamos preparados desde el Estado para actuar ante personas con discapacidad", dice Martín con conocimiento de causa, sin querer ahondar públicamente en el caso concreto.

"El primer proyecto que tengo es para capacitar al personal de la Municipalidad para que nadie más sufra injusticias", agrega ya como parte del equipo de Bertona, con quien se conocieron hace 10 años en un gimnasio.

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Su espacio de trabajo. La tecnología es un soporte para superar adversidades.

Su espacio de trabajo. La tecnología es un soporte para superar adversidades.

"Él conoce mis capacidades, mis problemas y mis desafíos. Desde la pandemia empezamos a trabajar juntos (NdR: hicieron máscaras protectoras de plástico reciclado con una impresora 3D) y ahora que surgió la posibilidad, me convocó para que lo acompañe en su precandidatura a intendente como segundo concejal", dijo sobre el hombre que Petri eligió para Luján.

Unos segundos sin oxígeno, una infancia difícil y retos por superar

"Cada día tenemos siempre más desafíos con él". Esa frase es de Diana Cretton, mamá de Martín Ferrer y uno de los pilares de su vida, junto a su papá y sus dos hermanos, Agustina y Damián.

La patología de su hijo hizo navegar a Diana en un mundo desconocido para ella por lo que, para tener herramientas y podérselas brindar a Martín, estudió Pedagogía Terapéutica, una carrera que, según explica, "tiene una mirada apuntada al sujeto con discapacidad".

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Martín Ferrer en la silla a motor que utiliza para desplazarse en trayectos largos. En la imagen lo acompaña su mamá Diana.

Martín Ferrer en la silla a motor que utiliza para desplazarse en trayectos largos. En la imagen lo acompaña su mamá Diana.

"Me quedé sin aire al nacer", cuenta con sencillez el precandidato. Esa falta de oxígeno por unos segundos afectó la parte central de su cerebro y fue diagnosticado con encefalopatía crónica no evolutiva.

No pasó sus 25 años de médico en médico pero sí los primeros de la infancia. Cuando llegó a los 10 sufrió una operación clave, de esas que te dicen que será un antes y un después. "Supuestamente saldría caminando a las dos semanas" pero nada fue como esperaban.

Ese postoperatorio fue de lo más duro que le tocó atravesar. Pasó cuatro meses sin caminar y fue entonces cuando sus padres dijeron "ya no más" a pesar de que los médicos aconsejaban operarlo varias veces.

Era chico, sí, pero sentía los golpes que le daba la vida. "Contaba con mi familia y con asistencia psicológica pero fue muy difícil mi infancia y la etapa escolar", recuerda un Martín ya más plantado y maduro.

Hizo la primaria en la escuela Manuel Lainez y para el secundario ingresó al DAD. Transitó la vida escolar con un acompañante terapéutico y en la adolescencia se puso uno de sus primeros grandes objetivos de vida: terminar la escuela.

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Martín Ferrer, en la primaria.

Martín Ferrer, en la primaria.

"Sabía que era mi oportunidad. Había entrado al DAD, con lo difícil que es, y no podía desaprovecharlo". Cuando lo hizo, buscó un nuevo reto: "Estaba por terminar el secundario, sentí que podía dar más y me animé a inscribirme en ingeniería".

Entró en la UNCuyo, y transita el camino para recibirse de ingeniero en recursos naturales renovables en la Facultad de Ciencias Agrarias. Sus estudios hoy por hoy pasan por cómo afrontar la contaminación, el cambio climático y qué hacer con los recursos naturales.

Para seguirle el ritmo y tener entre el alumnado a un estudiante con parálisis cerebral, las instituciones y docentes también tuvieron que prepararse prácticamente de cero.

Martín dejó su legado de inclusión en el DAD. El ascensor que hoy se usa para casos especiales se instaló por él. Y algo similar pasó en la UNCuyo.

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El precandidato a concejal Martín Ferrer en sus primeros años en el DAD.

El precandidato a concejal Martín Ferrer en sus primeros años en el DAD.

"Fue difícil entrar a la UNCuyo. No estaba preparada para recibirme pero hicimos un esfuerzo conjunto para encontrar un punto en común", cuenta Ferrer. "No había ni una rampa pero ya se construyeron", ejemplifica.

Romper barreras pareciera ser lo suyo. "No me quedo callado ni quieto para allanarle el camino a los que vienen", dice mostrando un pedacito de esa personalidad que supo forjar, quizás a partir de la adversidad.

Pero para poder atravesar muros necesita también de las palabras, los hechos y el esfuerzo de los otros. "Tomarme un examen a mí es un desafío", reconoce. Y es entonces cuando otra vez las palabras aprendizaje, inclusión y retos a superar aparecen, no solo para él sino para los que lo rodean.

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Martín Ferrer junto a sus excompañeros del colegio.

Martín Ferrer junto a sus excompañeros del colegio.

Hoy tiene un espacio. Está segundo en una lista que según las encuestas no tiene las de ganar en Luján (en la interna el precandidato a intendente Matías Bertona compite dentro de Cambia Mendoza con Natalio Mema, el elegido de Alfredo Cornejo) pero espera, al menos, que se adviertan los límites con los que hoy se topa la inclusión y que su proyecto de capacitación al personal muncipal vea la luz más pronto que tarde.

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