El acoso y la violencia laboral generan diversas enfermedades psicofísicas a las personas trabajadoras que lo sufren. Además de afectar su salud, perjudica sus relaciones laborales y sociales, genera un mal clima de trabajo, se ven desaprovechadas las capacidades de quien la sufre y se afecta su dignidad como persona. La erradicación de conductas violentas es urgente y es un deber de los Estados adoptar medidas con esta finalidad. La Organización Internacional del Trabajo aprobó en 2019 el Convenio 190 sobre Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo. Nuestro país votó favorablemente, por lo que el mismo debe ser refrendado por el Congreso de la Nación –ya cuenta con media sanción-. En ese marco, el diputado de extracción obrera Marcelo Aparicio, presentó el proyecto que obtuvo media sanción hoy en la legislatura mendocina. La provincia ya cuenta con una oficina de prevención de violencia laboral en el ámbito de la Subsecretaría de Trabajo, y se espera que esta iniciativa una vez convertida en ley, robustezca y haga más efectiva su tarea de prevención y control. El proyecto, que obtuvo media sanción con el apoyo de todas las fuerzas políticas, fue cotejado y consensuado con una iniciativa oficial recientemente enviada por el gobernador Suárez a la legislatura.