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El 3 de abril se sentarán en la mesa negociadora los gremios de Sute, ATE y Ampros.
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En cambio, los empleados judiciales, funcionarios y de Tesorería General negociaron un incremento de 16% en febrero y 16% en marzo, pero sin bono.
Sin que nadie del Gobierno se atreva a adelantar qué propuesta de aumento llevarán a esas mesas de negociación, sí trascendió que esta vez no llevarían la propuesta de un bono, sino que se restringiría a un aumento porcentual.
"Queremos paritarias y no decretos encubiertos"
Casi a las puertas de una nueva negociación en paritarias, desde el gremio de Ampros ya marcaron que esta vez van a exigir que se siente a negociar algún funcionario de peso del Ministerio de Gobierno, de cuya área depende la negociación salarial de los empleados públicos.
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Claudia Iturbe, secretaria general de Ampros, aseguró que no aceptarán bonos en negro y que exigirán que no se tome como base de cálculo para los futuros aumentos el salario de diciembre del 2023.
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"Lo que viene pasando en las anteriores negociaciones es que fueron básicamente decretos encubiertos de paritarias. El Gobierno mandaba a representantes sin ningún tipo de autoridad a hacernos las ofertas y el discurso que traían era o aceptan esto o no hay nada más", resaltó Claudia Iturbe, la secretaria general de Ampros.
Según la médica, justamente por esa carencia de autoridad de los paritarios estatales, con ellos tampoco se podían negociar otros beneficios que se ponían en la mesa de discusión, porque siempre aducían no tener el poder de decisión para avanzar con ese pedido.
"A eso no se le puede llamar paritaria porque nosotros, los secretarios generales de los sindicatos, llevamos varios puntos para negociar además de lo estrictamente salarial y es en vano, porque todo cae en saco roto", remarcó.
Además de ese pedido de audiencia, al menos ese gremio que nuclea a los profesionales de la Salud llevará a la próxima paritaria la negativa a aceptar otro bono en negro, y la exigencia de que la propuesta de aumento no tome como base de cálculo el salario de diciembre del 2023.
A eso sumarán el pedido de que la próxima oferta de aumento compense el avance de la inflación.
Es que si bien los estatales recibieron en febrero un aumento que superó aquel índice (que en Mendoza fue del 12,2%) esos aumentos de febrero y marzo no compensan lo que no recibieron en diciembre del 2023 y enero de este año cuando la inflación sumó un 46%.
El SUTE exigirá que se compense lo que se perdió del FONID
El gremio que inaugurará esta ronda de paritarias será el Sute, y el primer planteo que llevarán a esa negociación será exigir que el Gobierno compense a los docentes que perdieron ingresos con la caída del Fondo Nacional de Incentivo Docente que decidió la Nación.
"Según nuestros registros son más de 4.000 los docentes afectados que perdieron ingresos el mes pasado cuando desapareció ese fondo. El Gobierno dijo que lo absorbería, pero no fue así para todos los docentes. De hecho, desde la DGE dijeron que harían una auditoría pero no sabemos qué hicieron con esa información. Para nosotros afectó a jerárquicos y docentes de escuelas albergues que cobraron mucho menos que el mes anterior", graficó Gustavo Correa, secretario gremial de Sute.
Desde el sindicato docente también pretenden saber qué postura adoptará la DGE si el Consejo Nacional del Salario Mínimo decide subir el piso básico del salario docente. En Mendoza ese piso es actualmente de $290.000 pero en la mesa nacional ya se baraja elevarlo a $325.000.
"La duda que tenemos es: si la Nación no manda los fondos, cómo se van a compensar esas diferencias. Además pretendemos que se compense las deudas que arrastramos con los aumentos que no alcanzaron los porcentajes de inflación", adelantó Correa.