Metido de lleno en la campaña, el gobernador Alfredo Cornejo llegó hasta Guaymallén para inaugurar el nuevo edificio de un jardín maternal, donde dio un discurso netamente electoralista en el que criticó a la oposición y pidió por la continuidad del intendente Marcelino Iglesias en Guaymallén y del Frente Cambia Mendoza a nivel provincial.
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"Construir lleva tiempo y requiere de sucesivas buenas gestiones, pero unos inútiles administrando durante cuatro años pueden destruir de forma rápida y eficiente. Este equipo ha demostrado que Mendoza puede progresar por eso le pedimos su acompañamiento para Marcelino y para Mendoza. Necesitamos de su apoyo", indicó el gobernador.
Hasta la calle Yatay llegaron las principales figuras de Cambia Mendoza y se ubicaron en la primera fila. El mandatario provincial e Iglesias se sentaron junto a la fórmula oficialista para la gobernación -Rodolfo Suarez y Mario Abed- y los legisladores nacionales Julio Cobos, Claudia Najul, Luis Borsani y Pamela Verasay.
Del gran despliegue -que incluyó escenario, música en vivo y unos 300 vecinos- también participaron la reina y virreina Nacional de la Vendimia, varios funcionarios y un importante grupo de maestras jardineras de distintos establecimientos de Guaymallén que llegaron luciendo sus delantales.
El primero en dirigirse al público fue el intendente de Guaymallén, quien anticipó el inicio de obra de otro jardín en Los Corralitos y le pidió al encargado del Mercado Cooperativo del Acceso Este -quien se encontraba presente- que donara el terreno para construir otro edificio en la zona de Puente de Hierro.
Cuando Cornejo tuvo la palabra lanzó duras acusaciones y conceptos contra el PJ. "Necesitamos unión y un consenso básico acerca de cómo vivimos y cómo nos organizamos. Lamentablemente estamos bastante lejos de conseguirlo porque hay una facción minoritaria, pero muy ruidosa, que pone en duda todo, sin rigor ni veracidad en los números", apuntó.
El mandatario se remitió, en numerosas oportunidades, al gobierno de Francisco Pérez y del ex intendente Luis Lobos. "Guaymallén debe ser el lugar más representativo sobre los cambios que se han producido en los últimos cuatro años. En ese momento, los empleados municipales tampoco cobraban sus sueldos. Sin embargo, el intendente podía construirse una casa en un barrio privado y pagarle a su empleada doméstica como una municipal. A ese nivel de deterioro se había llegado", disparó el mandatario.