Candelaria Tinelli ha hablado y ha puesto a pensar al país. La influencer ha sido lapidaria y contundente, como sus tatuajes. Sin pelos en la lengua, nos ha esclarecido acerca de los problemas que vive la nación toda.
Ha llamado a esa situación la "Macrisis", con un original y poco transitado juego de palabras que ya lo quisieran algunos publicistas sobrevalorados.
Quizás lo que más ha movido nuestros sentimientos es que Cande nos ha estampado la crisis en la cara, pero personalizándolo en ella.
Ese es un método que los periodistas solemos usar para movilizar al lector en nuestras crónicas. Contamos una tragedia, por ejemplo, haciéndolo a través de personas reales, con nombres y apellidos.
Qué momento
Decir que ha sido un mazazo desayunarnos con la noticia de su dolorosa realidad es poco. Su marca de ropa no se está vendiendo como ella quisiera (y merece) y ha tenido que cerrar un local. Pero no es sólo eso.
Ella es mucho más que una empresaria. ¡Es artista, joder! Y sus shows y sus discos no generan la venta de entradas que ella soñaba.
"Vender entradas es muy difícil, la gente está muy cuidadosa con su plata", le reveló Cande a dos conductores de Vórterix, la radio del langa Pergolini, hasta donde llegó a promocionar su último disco.
La cantante les mostró su alma. Les confesó que se siente muy golpeada por la crisis económica. Y ese fue el momento en que se sinceró de manera brutal.
"Tuve que volver a vivir con mi papá por la crisis. Alquilé mi departamento. Ahora estoy con mi familia, mi hermano y con mi viejo".
¡Hay derecho? Una emprendedora. Una it girl. Una influyente de puta madre como ella. La reina argentina del tatto.
Ella no es grasa
Pero a fin de que vean su temple, la Cande reveló que podría estar ganando buena plata bailando en el programa de su viejo, Marcelo Tinelli, Pero ella no es de aprovecharse: "Antes de ir al Bailando, me mato", explicó con claridad meridiana.
Una cosa es tener que guarecerse en el piso enorme y paquete de Marcelo Tinelli y otra muy distinta mostrar la hilacha en la tele.
Usted dirá que ya bastante la ha promocionado su progenitor pasando temas musicales de la nena en cada corte del Bailando. O que en el programa de apertura de este año la presentó como lo que es: una de las grandes compositoras y vocalistas de este país.
¡Ahí, no!
A los vivarachos conductores de Vórterix les paró el carro cuando le preguntaron si también tenía tatuada la vagina. Se los negó de plano y por poco no los manda a cagar.
También surtió a los comentaristas de las redes sociales que se habían mofado de sus declaraciones sobre la crisis económica que nos está dejando Macri. "Me pueden sobar ambas lolas", les retrucó con esa pasmosa elegancia de la gente bien.
Eso es tener las cosas claras. No cualquier chitrula puede ser la estrella de Instagram. Hay que llevarlas bien puestas para poner todos los días el cuerpo en esa red social. Si hay que mostrar el tuje tatuado, ella lo hace con una presencia de soberana.
Cande es una empoderada. Si te tiene que mandar al carajo, te lo dice de una. Así seas el presidente de la Nación.
O mejor dicho: sobre todo si se trata de este Macri gato que nos ha dejado empantanados y en el mismo lodo a todos manoseados.