A esa altura Luis Díaz estaba vivo, pero su cuadro ya era irreversible. De hecho estaba cubierto de sangre a tal punto que nadie se dio cuenta que estaba atado de pies y de manos hasta que lo subieron a una ambulancia, según confirmaron fuentes ligadas al expediente. Terminó internado en el Hospital Central, donde finalmente perdió la vida en la jornada del martes.
El fiscal departamental Gustavo Jadur se encuentra liderando la investigación por el crimen en San Martín. Respecto al móvil del hecho, los pesquisas no tienen dudas de que se trató de un asalto. Si bien en la vivienda se encontraron los electrodomésticos principales, Luis Díaz trabajaba productos agrícolas que vendía en las ferias verduleras y solía moverse con dinero en efectivo, según confiaron fuentes judiciales. De hecho, por la cantidad de heridas que presentaba creen que lo torturaron para que confesara dónde ocultaba la plata.
Los investigadores no han podido avanzar a paso firme para identificar a los autores del asesinato. Al tratarse de una zona de fincas, no hay cámaras de seguridad ni testigos que puedan haber visto el ingreso de personas ajenas al domicilio. La esperanza reside casi exclusivamente en el trabajo que Policía Científica realizó en el teatro de los hechos en busca de rastros dactilares o genéticos que puedan ayudar en ese sentido.