Rubén Agosti (27) le disparó en el 2012 a Ezequiel Torres (22), al confundirlo con un delincuente que había asaltado poco antes a su madre en la despensa.

Piden 4 años de prisión para policía que mató a un bailarín en Maipú

Por UNO

La fiscal de la Séptima Cámara del Crimen Susana García solicitó ayer la pena de 4 años de prisión para Rubén Darío Agosti, el efectivo que en el 2012 mató al joven bailarín de folclore Ezequiel Torres (22). Este hecho tuvo como escenario la despensa de la madre del policía, en Maipú.

Agosti, quien se encuentra en pasiva y está acusado de homicidio agravado por exceso de legítima defensa, lo habría confundido con un ladrón.

El ministerio público basó su solicitud en el hecho de que Agosti disparó dos veces sobre la víctima y que “ existe una desproporción en la respuesta que dio el uniformado y la agresión sufrida por su madre”Por su parte la defensa del efectivo, Pablo Cazabán, pidió su absolución, y entre otras consideraciones durante su alegato insistió en que “todo ocurrió en cuestión de segundos”.

Para hoy está prevista la decisión del tribunal que interviene en el caso.

El hecho

El 11 de noviembre del 2012, Ezequiel y su novia Macarena decidieron ir al negocio de la mamá de Agosti para pedirle permiso para construir una rampa que les permitiera entrar el coche sin que el chasis golpeara el piso. Los jóvenes se habían mudado días antes y eran inquilinos de la mujer. Los tres hablaban sobre el tema cuando entraron dos ladrones al negocio.

Uno agarró a Macarena de atrás y le apuntó, mientras el otro tomó a María y allí ambos forcejearon. Fue entonces que partió un disparo. La dueña del local llamó a sus hijos para que la auxiliaran y los delincuentes escaparon sin robar nada. Ezequiel le gritó que no saliera a perseguirlos, porque no había pasado nada, pero la mujer no hizo caso. El muchacho se quedó junto a su novia y un nene de 10 años que había ido a comprar al almacén. Mientras la pareja trataba de tranquilizarse, Rubén Darío Agosti, auxiliar de la Policía Rural e hijo de la almacenera, bajó de su casa y le apuntó a Ezequiel.

“Yo no soy el ladrón”, lo alertó el inquilino. El policía no escuchó los ruegos y tiró dos veces: un disparo al pecho y otro al estómago. Ezequiel murió antes de llegar al hospital. Los ladrones jamás fueron detenidos. Agosti fue imputado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Estuvo preso siete meses, hasta que salió porque el juez de Garantías, Ariel Specktor cambió la carátula a homicidio culposo por exceso de legítima defensa.