De acuerdo con las testimoniales que obran en el expediente, Pereyra es la persona a la que vieron salir del domicilio de la víctima después del crimen. Previamente ambos habían ido a realizar compras en un quiosco ubicado justo al lado de la propiedad. De allí que para la dueña, reconocer a Pereyra no le resultó nada difícil. Todavía el fiscal Nora está esperando el resultado de peritajes que se realizaron en el Cuerpo Médico Forense sobre el cadáver y también los datos que debe proporcionarle la Policía Científica referidos a las muestras que se realizaron en el arma utilizada para cometer el asesinato. Por otra parte el fiscal aguarda los informes y resultados de algunos elementos que levantaron el día en la escena del crimen. Entre ellos hay ropa interior de Segundo, manchas de sangre y algunos pelos rubios. Este cabello sería de la acusada, que en la actualidad tiene pelo negro porque se tiñó para no ser identificada mientras estaba prófuga.Si esa información que espera Nora es positiva, la mujer quedará aún más complicada.
Hallazgo Alrededor de las 9 del día 10 de noviembre, vecinos de la zona advirtieron de que el portón de la chacarita situada en el Acceso Norte casi Reconquista estaba abierto. Al asomarse descubrieron el trágico cuadro con el sereno como protagonista. Rápidamente dieron aviso al 911 y la Policía Científica trabajó para detectar algún indicio de si se trató de una muerte espontánea o provocada por un accidente, o bien un asesinato.El cuerpo de la víctima, Daniel Timoteo Segundo, presentaba varias heridas en la cabeza y cuello, probablemente provocadas por un tenedor.El propietario de la chacarita destacó que el sereno, oriundo de Jujuy, trabajaba con él desde hacía 20 años e ignoraba si mantenía alguna disputa con alguien.La vecina y dueña de un almacén informó que el lunes observó a Segundo salir del lugar cargando varios elementos, acompañado de una mujer.