Gypsy Rose Blanchard nació en 1991. En 2015 saltó a la fama, pero no de la mejor manera, sino por cometer el crimen de su propia madre. Pero detrás del fratricidio que conmocionó a todo Estados Unidos se escondía una verdad aún más turbia que la terminó beneficiando.

Gypsy Rose creció bajo el control absoluto de su madre, Dee Dee, quien la presentó al mundo como una niña gravemente enferma. Este crimen psicológico comenzó desde la infancia, cuando afirmó que su hija padecía leucemia, distrofia muscular y otras enfermedades ficticias.

Sometida a tratamientos innecesarios, cirugías y medicamentos, Gypsy Rose vivía en una silla de ruedas, a pesar de ser físicamente capaz de caminar. Este abuso, perpetrado durante años, no solo la privó a de una infancia normal, sino que la aisló del mundo, reforzando su dependencia de su madre. Todo este entorno opresivo fue lo que alimentó el desenlace con un crimen fraticida.

Gypsy Rose Blanchard, la joven que mató a su madre en Estados Unidos
La autora del brutal crimen contra su propia madre.

La autora del brutal crimen contra su propia madre.

La rebelión y el crimen

A medida que Gypsy Rose crecía, comenzó a cuestionar la narrativa de su madre. En 2011, intentó escapar, pero Dee Dee la recuperó, intensificando el control sobre ella.

Pero a los 19 años, conoció a Nicholas Godejohn en un sitio web de citas cristianas. La relación secreta se convirtió en una vía de escape para la joven, quien compartió con su novio los abusos que sufría por parte de su madre.

Juntos, planearon el crimen que cambiaría sus vidas. En junio de 2015, el joven la apuñaló múltiples veces en la espalda. Gypsy Rose, presente en la casa, no participó directamente del asesinato, pero lo facilitó al permitir la entrada del autor material. La pareja huyó, pero fueron capturados días después en otra localidad de Estados Unidos.

Gypsy Rose Blanchard, la joven que mató a su madre en Estados Unidos
La autora del brutal crimen contra su propia madre.

La autora del brutal crimen contra su propia madre.

El juicio de Gypsy Rose se desarrolló en 2016. Pero además de ventilar el crimen en sí, expuso al mundo el horror psicológico al que fue sometida. Los fiscales reconocieron que era víctima de años de abuso por parte de su madre, quien padecía síndrome de Münchhausen por poder, un trastorno en el que un cuidador induce o finge enfermedades en otra persona para obtener atención.

La defensa de la chica argumentó que el crimen fue un acto desesperado para escapar de una vida de tormento. Fue declarada culpable pero recibió una sentencia atenuada de 10 años de prisión en 2016. Godejohn, por su parte, fue condenado a cadena perpetua por ejecutar el crimen.

Gypsy Rose fue liberada condicionalmente en diciembre de 2023, tras cumplir ocho años de su sentencia. Desde entonces, ha intentado reconstruir su vida, publicando un libro sobre el crimen y participando en entrevistas para contar su historia.

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