Luciano Pizarro (22) está detenido desde el domingo acusado de conducir el vehículo que tras impactar con una moto terminó con la vida de Luna Celeste Cangemi (17), fue una de las mayores promesas surgidas de las inferiores de Godoy Cruz en el último tiempo, incluso llegando a jugar en primera división, aunque las lesiones lo tenían marginado del campo.
Pizarro estaba festejando sus 22 años el domingo cuando ocurrió el siniestro por el cual lo imputaron por homicidio culposo agravado, con el cual arriesga una pena de 3 a 6 años de prisión.
El joven hizo las inferiores en Godoy Cruz desde la séptima división y tras destacarse durante el 2016 en el equipo de Liga Mendocina del Tomba, con goles importantes y un buen desempeño, en 2017 pasó a formar parte del primer equipo, que en ese momento dirigía Lucas Bernardi.
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Durante ese primer semestre Pizarro disputó cinco partidos en Primera División, uno por Copa Libertadores y uno por Copa Argentina, donde convirtió ante Santamarina de Tandil su único gol en la máxima categoría.
Sin embargo, su incipiente carrera se vio interrumpida por una seguidilla de lesiones que le impidieron poder establecerse en el plantel principal y en el equipo titular.
La primera lesión grave llegó en enero de 2018, en la pretemporada que Godoy Cruz realizaba en Buenos Aires. Fue en un amistoso contra Banfield que sufrió una ruptura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lo que lo marginó 6 meses de las canchas.
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Los meses posteriores le demandaron una recuperación exigente y cuando estaba volviendo a tomar ritmo disputando partidos en la Reserva de Godoy Cruz, nuevamente una severa lesión le cortó el envión.
En enero de 2019 tuvo que ser operado, en este caso por una ruptura del ligamento cruzado y del menisco interno de su rodilla derecha, lesión que hasta el día de hoy lo tenía en rehabilitación, volviendo de a poco a pisar el verde césped.
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Este trágico acontecimiento, que está siendo investigado para determinar el grado de responsabilidad que le cabe, significará para Pizarro un nuevo golpe a la carrera deportiva.
Así ocurrió el siniestro
El choque se produjo cerca de las 6 en la esquina de Tiburcio Benegas e Italia, en Godoy Cruz. Pizarro circulaba con su novia -una versión sostiene que la mujer era quien en verdad manejaba- en un Ford Fiesta que impactó la moto de 110 cilindradas.
Cuando la Fiscalía comprobó que estaba ebrio -tenía casi 1 gramo de alcohol en sangre- decidió imputarlo por homicidio culposo agravado por violar la señal de un semáforo -de 3 a 6 años de cárcel-.
La calificación no fue más grave -homicidio simple con dolo eventual- ya que los investigadores entienden que también hubo culpa de la víctima al circular tres personas en una moto, sin casco y a exceso de velocidad.