En medio de un patrullaje preventivo, de rutina, típico de sábado por la noche, un efectivo observó que dentro de un Renault Sandero que estaba estacionado en el parque General San Martín había cinco hombres consumiendo alcohol, como lo hacen cientos de personas cada fin de semana. Sin embargo, algo notaron, según ellos "una actitud sospechosa", y se acercaron a pedir que se identifiquen, cuando uno de los individuos que estaba dentro del vehículo dijo ser un efectivo policial del departamento de San Carlos.
Inmediatamente se verificó la situación y los oficiales corroboraron que era Raúl Américo Abraham Tagarelli, un joven que en agosto de 2014, con 27 años, había ingresado a la cárcel, junto con su esposa de 21, acusado de intentar matar a su beba de dos meses a golpes.
Por aquel motivo Abraham había sido dado de baja y los policías que estaban haciendo el control en el parque lo advirtieron; revisaron el auto y encontraron un arma blanca, un pasamontañas y una manopla.
En consecuencia, decidieron trasladar a las cinco personas que había dentro del Sandero hasta sede judicial para averiguar los antecedentes.
A Abraham se le labró actuación en averiguación de infracción a la Ley 3.365/65, artículo 51, que establece castigos con arresto de hasta 20 días, o multas de hasta $2 mil, para quienes en lugares públicos o abiertos o expuestos al público ejecuten actos contrarios a la decencia pública con acciones o palabras torpes, siempre que el hecho no constituya delito.
Resonante
Abraham, oriundo de San Carlos e hijo de un reconocido abogado y concejal de ese departamento, fue llevado a la cárcel en agosto de 2014 luego de que se lo acusó por intento de homicidio contra su hijita de dos meses.
La denuncia contra el ex auxiliar de policía y su mujer, la hicieron, aquella vez, los médicos del Fleming, hospital al que ingresó la beba con múltiples lesiones que la dejaron internada, luego de ser derivada del Notti, y antes del Scaravelli de Tunuyán.
Los pediatras que la revisaron en su momento advirtieron que las heridas que había sufrido la beba no habían sido provocadas por una caída accidental, como se quiso hacer creer; obedecían, para ellos, a un maltrato violento.
El caso llegó al Omar Balmes, conjuez del Juzgado de Instrucción de Tunuyán, quien ordenó la detención de ambos padres. Y luego, una vez que se negaron a declarar ante su requisitoria, el juez ordenó el traslado a los penales de Boulogne Sur Mer y El Borbollón, para el padre y la madre, respectivamente.
Se contó en este diario, en sus edición del 3 de agosto de 2014, que si bien Abraham ocupaba el rango de auxiliar, lo hacía sin portar armas porque estaba bajo tratamiento psicológico, aunque nunca se supo porque se había comenzado ese tratamiento.