En el sur de Turquía, una historia que parece sacada de una pesadilla se convirtió en símbolo de la violencia de género sumada al síndrome de Estocolmo. Un hombre que casi mata a su pareja al tirarle ácido en la cara, la dejó deforme para toda la vida y luego la convenció de casarse con ella en la cárcel.

Berfin Özek, una joven de 18 años llena de sueños universitarios, vio su vida destrozada el 15 de enero de 2019. Mientras caminaba de regreso a casa tras sus clases en un curso preparatorio, su exnovio, Casim Ozan Çeltik, de 21 años, la emboscó y le arrojó ácido sulfúrico directamente en el rostro.

"Si no podés ser mía, no serás de nadie", le gritó antes de huir. El líquido corrosivo le quemó a la mujer la piel del rostro, el cuello, el pecho y los brazos, dejándola ciega del ojo derecho y con solo un 30% de visión en el izquierdo.

Berfin Ozek violencia de género
El rostro de la víctima de violencia de género tras ser atacada.

El rostro de la víctima de violencia de género tras ser atacada.

La víctima de violencia de género, desfigurada y en shock, fue hospitalizada durante 4 meses, sometida a múltiples cirugías reconstructivas en párpados, labios y otras zonas afectadas. Su recuperación, marcada por el dolor físico y emocional, se convirtió en un calvario que aún continúa.

La historia de violencia de género con un giro inesperado

El ataque no fue un acto impulsivo aislado, sino el clímax de una relación marcada por la violencia de género. El joven no aceptaba la decisión de la chica de romper. Durante meses, la acosó con mensajes amenazantes y llamadas insistentes.

La captura del agresor fue inmediata: la policía de Turquía lo arrestó ese mismo día gracias a las cámaras de seguridad y testimonios. Encarcelado, enfrentó cargos por intento de asesinato y lesiones graves intencionales, clasificados como violencia de género.

Ozan Çeltik fue condenado a 13 años y 6 meses de prisión, lejos de la perpetua solicitada por la fiscalía. La mujer, visiblemente alterada, cuestionó la justicia: "¿Mi dolor vale solo trece años? Mañana, si lo liberan, ¿cómo viviré con el pánico constante?".

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El caso de violencia de género fue paradigmático en Turquía.

El caso de violencia de género fue paradigmático en Turquía.

Pero lo más llamativo vino después. En diciembre de 2021, mientras Ozan Çeltik cumplía su condena en prisión, Berfin Özek decidió casarse con él. La ceremonia, oficiada en la cárcel bajo supervisión judicial, fue un shock global.

Fotos de la firma del acta matrimonial circularon en redes, reviviendo el debate. La defensa de Berfin Özek abandonó el caso, atónita, y su padre expresó una "decepción infinita", sintiéndose traicionado tras años de apoyo incondicional a la víctima de violencia de género.

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