Tenso momento en el juicio

Le dio 114 puñaladas a su compañera y le recordaron todas con piedras en un vaso

Aiden Fucci y Tristyn Bailey eran compañeros de una escuela cuando el joven cometió el brutal crimen de la porrista

Aiden Fucci y Tristyn Bailey eran compañeros de una escuela local de Estados Unidos donde ella destacaba como porrista. La noche del 8 de mayo de 2021, cámaras de vigilancia captaron a ambos caminando juntos hacia un área boscosa. Horas después, la chica fue víctima de un crimen.

Su cuerpo fue encontrado el 9 de mayo con 114 heridas de arma blanca, 49 de las cuales eran defensivas, evidenciando que la joven luchó desesperadamente para evitar el crimen. La autopsia reveló que la punta del cuchillo utilizado se rompió y quedó incrustada en su cuero cabelludo, un detalle que subraya la ferocidad.

Además, se encontraron perturbadoras inscripciones en el cuerpo de la víctima del crimen: la palabra “KARMA” escrita en su tobillo izquierdo y una cara sonriente en el derecho, lo que añadió un elemento aún más inquietante al caso.

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Aiden Fucci, el joven condenado por el crimen de su hermana.

Aiden Fucci, el joven condenado por el crimen de su hermana.

El tenso juicio por el crimen

Aiden Fucci, arrestado el 10 de mayo, mostró una actitud escalofriantemente indiferente. Mientras estaba en la parte trasera de un patrullero, antes de que se hallara el cuerpo, publicó una selfie en Snapchat con el mensaje: “Hola chicos, ¿alguien ha visto a Tristyn últimamente?”.

Este acto, junto con su historial de haber expresado a amigos su deseo de matar a alguien, pintó el retrato de un adolescente con una obsesión violenta. Durante la investigación, se descubrió ropa ensangrentada en su habitación y el cuchillo del crimen en un estanque cercano.

En febrero de 2023, Aiden Fucci se declaró culpable, evitando un juicio completo, y fue sentenciado a cadena perpetua en marzo del mismo año, con posibilidad de revisión en 25 años. Dado que era menor al momento del crimen, no era elegible para la pena de muerte.

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El juicio de sentencia fue un momento de catarsis para la familia Bailey. Alexis Bailey, hermana mayor de Tristyn, protagonizó una escena que resonó en los corazones de muchos: durante su testimonio, dejó caer 114 piedras de color aguamarina en un frasco de vidrio, una por cada puñalada, mientras preguntaba al criminal había suplicado por su vida o gritado de agonía.

“Aiden Fucci no solo le quitó la vida a Tristyn ese día, nos quitó todo”, expresó Alexis, reflejando el dolor de una familia destrozada. La madre de la víctima del crimen, Stacy, añadió dos piedras blancas al frasco, una por su hija menor, Sophia, que perdió la oportunidad de ser hermana mayor, y otra por su propia alegría perdida.

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