Por Gonzalo [email protected]
La increíble historia, digna de un filme para la pantalla grande, ocurrió en San Rafael e incluyó una persecución en auto por las calles sureñas y después a pie por los techos de las viviendas cercanas.
La increíble historia, digna de un filme para la pantalla grande, ocurrió en San Rafael e incluyó una persecución en auto por las calles sureñas y después a pie por los techos de las viviendas cercanas.
Por Gonzalo [email protected]
Un hábil ladrón que cometía robos exprés en San Rafael no tuvo escrúpulos en salir a delinquir en compañía de su esposa e hijo, pero cuando la policía lo descubrió y le pisaba los talones, abandonó a la familia a su suerte.
La increíble historia, digna de un filme para la pantalla grande, incluyó una persecución en auto por las calles sanrafaelinas y después a pie por los techos de las viviendas cercanas.
El relato comienza a las diez de la noche del sábado, cuando el dueño de casa, un hombre de 32 años, se alejó de la propiedad en Recabarren al 1600 por escasos 20 minutos. Al regresar se encontró con que la puerta estaba forzada y la notebook que ya no estaba sobre la mesa.
Mientras tanto, a pocas cuadras del lugar del robo, personal de la UMAR percibió algo extraño y detuvo la marcha junto a un Ford Taunus en el que había una joven de 22 años con un pequeño. Le consultaron qué estaba haciendo y la mujer, sin que se le moviera un pelo, respondió que simplemente estaba esperando al marido que se encontraba en la casa de un electricista.
En ese momento, los efectivos observaron que el esposo caminaba hacia el vehículo pero dejó algunos elementos sobre una piedra.
Cuando uno de los policías realizaba la requisa, otro uniformado caminó unos pasos para ver de qué artículo se desprendió el sujeto y fue allí cuando se desató la batahola.
El ladrón se libró del efectivo con un empujón y de un salto se subió al vehículo, puso primera y comenzó una persecución a toda velocidad por las calles que terminó cuando el delincuente perdió el control del Taunus, derrapó y fue a dar a una acequia.
Lejos de sentirse acorralado, el hombre huyó a pie sin mirar atrás. Mientras él trepaba por los techos de las casas cercanas para eludir a la policía, en el auto quedaron la esposa y el hijo.
Según la información, el personal de UMAR recuperó la computadora robada, aprehendió a la esposa por tentativa de robo, aparentemente le hacía de campana, y si bien el marido logró evadir a los uniformados, desde la fuerza aseguraron que lo tienen identificado.