Meses antes, en las inmediaciones del Acuario, Pamela y su prima Anahí también habían sido golpeadas y atacadas mientras trabajaban, aparentemente por un grupo de travestis que encabezaban la acusada y su marido. En ese hecho a la primera le robaron varios elementos personales, entre ellos el teléfono. Pero estos no serían los primeros ataques que habían denunciado las trabajadoras sexuales. Ya desde el 2012 se sucedían en la zona de la Cuarta Sección esas palizas a quienes se negaban a pagar por “la plaza” para prostituirse o que desobedecieran los mandatos de Paloma. Al menos dos denuncias se acumularon contra ellas: una del 18 de marzo del 2013, cuando fue desfigurada una travesti llamada Mariana, y otra del 22 de octubre, cuando Camila fue atacada a cadenazos en la espalda. La sindicada como líder fue detenida y quedó alojada en Contraventores, pero ese arresto no habría detenido el funcionamiento de su “megaempresa”.Pese a que estaba tras las rejas, sus “hijitas”, como denominaba a las travestis que aglutinaba y que respondían a sus órdenes, hacían cumplir a rajatabla la defensa del territorio de oferta sexual.La escalada de violencia precipitó una serie de allanamientos que lideró el fiscal de Ciudad Gustavo Pirrello en San Martín y Guaymallén. En el departamento del Este, los policías irrumpieron en una casa de la calle Cereceto, en Chapanay, en donde tenían el dato de que se les hacían las “operaciones” a las travestis. Según la investigación, Paloma financiaba los costos de esas intervenciones –la mayoría con aceite de avión– y luego se las cobraba a sus pupilas con altísimos intereses. La misma Pamela Morales contó en su perfil de Facebook que si el costo de la intervención rondaba los $1.000, cada travesti debía pagar $3.000. Sin embargo, en esa casa no se detuvo a nadie pero sí se logró arrestar a siete travestis en una vivienda de la calle Gobernador Videla al 600, en Guaymallén. De acuerdo con la pesquisa, en las tres habitaciones de ese inmueble era donde se prostituían varias jóvenes que manejaba Paloma. Una de las siete detenidas fue imputada de homicidio agravado –por el número de personas– en grado de tentativa, por el salvaje ataque a Pamela Morales cuando la quemaron. Para ese entonces y por las otras golpizas León ya estaba detenida, aunque se presume que desde su celda orquestó todo. Sin embargo, de esta causa fue desligada y hoy es juzgada por el resto de los hechos y la presunta extorsión y explotación de las travestis de la zona. En la primera jornada del debate se presentaron alrededor de 40 travestis que declararán durante el proceso, entre ellas Pamela y su prima Anahí, que ayer prestaron testimonio ante la Jueza Lilia Vila.