El adolescente ha declarado en dos ocasiones en el expediente. Primero cuando su padre era testigo. Ese testimonio es inválido ya que luego su progenitor se convirtió en sospechoso. El mismo día de las detenciones, el hijo de Omar Andrada volvió a brindar la misma versión.
Pero la defensa explicó que también es inválida por una cuestión horaria. Aseguraron que el acta de aprehensión tiene como horario las 15.30 y la segunda declaración está firmada dos horas antes.
La estrategia defensiva lleva la lógica de que entonces la segunda declaración del menor también debe ser declarada nula, por lo que se cae la prueba principal y por lo que deben recuperar la libertad los cuatro sospechosos del crimen en Maipú.
La audiencia pasó a un cuarto intermedio ya que habrá que esperar que regrese la fiscal natural de la causa, Andrea Lazo, quien hoy fue subrogada por su colega Claudia Ríos. Una vez corrida la vista a la magistrada de Homicidios, una jueza deberá resolver. En la cumbre de hoy estuvo el juez Sebastián Sarmiento, pero la semana que viene ingresa de feria judicial por lo que será otra magistrada quien lo reemplace y deba resolver la cuestión –estarán de turno Carolina Colucci y Natasha Cabeza-.
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El lugar donde encontraron el cuerpo de los hermanos Álvarez, víctimas del crimen en Maipú.
Crimen en Maipú
Luciano y Franco Álvarez, de 18 y 28 años, salieron de su casa en Colonia Bombal en la tarde del lunes 7 de junio. A su madre le dijeron que debían dirigirse hasta Los Corralitos para cobrar un trabajo de albañilería. El menor de ellos le avisó por mensaje cuando habían cobrado el dinero, pero luego su teléfono se apagó y no se supo nada más de ellos.
El paradero de los hermanos Álvarez fue un misterio hasta que una mujer encontró sus cuerpos en la laguna del Viborón el 27 de junio. Al día siguiente fueron detenidos los D'agostino y los Andrada, quienes también trabajaban en la obra en construcción con las víctimas fatales.
La fiscal de Homicidios Andrea Lazo los imputó por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, por lo que arriesgan una pena de prisión perpetua.
La magistrada no sólo cuenta con el testimonio del hijo de Omar Andrada, sino que un primo de los hermanos Álvarez declaró y también ratificó que llevó a los jóvenes a cobrar el dinero a la casa de D'agostino y constantemente había conflictos. Incluso detalló que Franco Álvarez solía llevar un cuchillo cuando acudía a ese domicilio.