Cuatro condenados

Habló la hija del comerciante asesinado en un lubricentro: "Mi papá dio la vida por ese negocio"

Guadalupe Salzmann, presente en el lugar donde cometieron el robo y crimen de su padre, dio su versión tras la condena a los asaltantes

Para principios de 2023, Guadalupe Salzmann era una joven estudiante que en algunas ocasiones ayudaba a su padre en el lubricentro que tenía desde hace varios años en San José, Guaymallén. Si bien Martín Salzmann (51) solía trabajar con su propio padre al lado y algunos empleados, en la siesta del 16 de febrero de 2023 la chica decidió reemplazar a su abuelo porque era una jornada calurosa. Nunca se imaginó que iba a presenciar el crimen de su papá.

"Esa siesta, mi papá se iba al traumatólogo. Me dejó las llaves y un gas pimienta. Pero al final decidió no ir, no por qué", recordó Guadalupe. Minutos después de las 15, Martín Pincho Falcón (36) Sebastián Polo Palacios (29), Jorge Zurdo Romero (28) y Brian Cubito Garro (28) ingresaron al lugar. La redujeron a ella y a un empleado, Ariel Colo Quarñolo (29) -hoy sospechado de ser cómplice de los ladrones-.

"Estaba planeado todo porque ellos sabían dónde estaban las cámaras para taparlas, sabían que había un candado en la reja, sabían que en ese horario no hay casi clientes", relató. En cuestión de segundos, los cuatro ladrones recorrieron el interior del lubricentro y se dirigieron a la parte trasera. Allí, donde el comercio se conecta con la casa de Martín Salzmann, el hombre fue asesinado.

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El momento en que un ladrón aborda a la hija de Martín Salzmann, segundos antes del crimen.

El momento en que un ladrón aborda a la hija de Martín Salzmann, segundos antes del crimen.

"El que tenía una barreta corrió, le pegó y mi papá se cayó. Estaba casi inconsciente. Ellos ya tenían la contraseña de la caja fuerte. Mi papá les decía con las manos que paren porque no podía ni hablar. Uno le dice al otro 'dale, pegale un tiro y vamos'. Por eso digo que no fueron a robar, fueron a matar. Nunca voy a entender el motivo porque lo mataron. Mi papá no se resistió", explicó.

La situación del empleado en el crimen

El martes pasado, el cuarteto de asaltantes admitió haber cometido el robo y crimen de Martín Salzmann. Fueron condenados en un juicio abreviado a penas de entre 15 y 23 años de prisión. Pero no fue el punto final en la investigación.

El expediente tiene un imputado más que no quiso aceptar el acuerdo con la Fiscalía ya que sostiene su inocencia: el empleado Ariel Quarñolo. Este hombre enfrentará un juicio por jurado popular que definirá si tuvo connivencia o no con la banda.

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Martin Salzmann, la víctima del robo y crimen.

Martin Salzmann, la víctima del robo y crimen.

Guadalupe Salzmann aseguró que ese día el empleado del lubricentro "estaba sentado donde ingresan los autos y estaba muy nervioso. Tras el robo nunca salió a ayudarme. No salió hasta que llegó la Policía". "Mi papá me había contado que tenía problemas con la exesposa y con las drogas. Lo quería echar, pero como lo tenía en blanco lo estaban viendo con un abogado", agregó.

"Mi papá era un laburante. Muchas veces trabajaba sólo en el lubricentro desde las 6 hasta las 21. También los domingos. Vivía para ese negocio y para la familia. Dio la vida por ese negocio, era su vida, amaba atender a la gente. Mi papá era mi mejor amigo, hacía todo con él. Era la persona que más amaba en el mundo", recordó Guadalupe, en sus primeras palabras públicas tras el crimen ocurrido hace casi 4 años y que, recién ahora, empieza a vislumbrar Justicia.

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