Un informe elevado por el Ministerio de Seguridad respecto a la actuación de la operadora del servicio de emergencia -911- complica más la situación procesal de la agente imputada que recibió la denuncia de un vecino que escuchó cuando Florencia Romano estaba pidiendo auxilio antes de ser asesinada aquel fatídico sábado 12 de diciembre pasado. El estudio del geoposicionamiento de móviles policiales al momento del llamado, indica que tres patrulleros estaban a un radio apenas superior a una cuadra de distancia del domicilio de Pablo Arancibia, el acusado de cometer el femicidio, en el callejón Berra, en Gutiérrez, Maipú.