Un grupo de familiares de los jubilados que se accidentaron en Tucumán ingresó a la agencia de turismo Merval, contratada para el fatídico viaje. En medio de la desesperación los reclamos fueron variados. El de una mujer se destacó entre todos: "Comprendan, yo todavía no sé si mi madre está viva o está muerta". 

Los familiares explicaron que no quieren viajar 12 horas para llegar a ver a sus familiares -por la demora- y hasta exigieron "un avión" para llegar más rápido al lugar de la tragedia. Uno de los encargados de la oficina, que ofreció un micro, explicó que se iba a intentar la gestión.

Fue justo en ese momento que la desesperada mujer le explicó la ngustia de no saber, después de tantas horas si su madre sigue viva o no.

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