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El peor final para Rocío Milagros Rojas: carbonizaron los restos y los esparcieron en varios lugares. No se sabra cómo fue el femicidio.
Si bien quisieron ocultar los rastros del macabro crimen, una declaración de un familiar, huellas de motocicletas y restos óseos hicieron saltar a la luz la estremecedora maniobra.
Los huesos que fueron hallados debajo de un puente del Río Colorado aún no se sabe si son o no de la pequeña pero serán sometidos a análisis.
Lo que no se podrá llevar a cabo será la autopsia, dado que los restos de la niña fueron hechos cenizas. Así, no se conocerá, salvo confesión de parte mediante, cómo fue el final de la pequeña de 4 años, qué pasó aquel mediodía y si medió o no abuso sexual, como en un principio creyeron los investigadores.
A pesar de ello, el fiscal Ignacio López Bustos tiene suficientes elementos para imputar a los tres detenidos de la causa por homicidio agravado por ensañamiento por la participación de dos o más personas y por femicidio.
Se trata de la madrina de la niña, María Carolina Graneros de 37 años, su pareja de 36 y su yerno de 21.
Rocío Milagros Rojas vivía con los detenidos en Lules, Tucumán. Había sido separada de su madre, presuntamente por las condiciones de vulnerabilidad en las que vivía, y dada en guarda a su madrina. El fiscal investiga también estas circunstancias.