Menhaz Zaman, a sus 23 años, era visto como el “hijo de oro”: un joven prometedor que, según sus padres, estaba a punto de graduarse como ingeniero. Sin embargo, tras esa fachada de perfección se escondía un secreto que desencadenaría una masacre inimaginable.

El 27 de julio de 2019, Menhaz Zaman cometió un acto atroz: asesinó a su madre de 50 años, a su padre de 59, a su hermana de 21 y a su abuela de 70. La masacre, que ocurrió en la casa donde vivían en Canadá, la cometió con una combinación brutal de golpes en la cabeza, probablemente con una barra de metal, y cortes en la garganta.

La policía de Canadá llegó al lugar días después gracias a la investigación que hicieron los propios amigos virtuales del asesino. Se encontró los cuerpos esparcidos por la casa mientras el joven continuaba jugando online como si nada hubiera pasado.

La familia masacrada por el joven
La familia masacrada por el joven

La familia masacrada por el joven

El móvil de la masacre

Durante meses, compartió con sus amigos en línea, jugadores de Perfect World Void, detalles de su vida y sus planes macabros. Algunos lo tomaron como bromas, pero otros, alarmados, intentaron localizarlo tras su confesión sobre la masacre en el chat.

"Acabo de matar a toda mi familia. Probablemente pasaré el resto de mi vida en prisión", confesó mediante el chat. Algunos usuarios le pidieron pruebas y el criminal no tuvo problemas en enviar fotos de los cadáveres y su mano ensangrentada sosteniendo un cuchillo. Fueron estos jugadores quienes, al rastrear su ubicación, alertaron a la policía, lo que llevó al descubrimiento de los cuerpos.

La pregunta que sigue resonando es: ¿qué llevó a un joven aparentemente normal a cometer una masacre tan monstruosa? La respuesta radica en una combinación de presión familiar, mentiras acumuladas y una desconexión psicológica profunda.

Menhaz Zaman masacró a toda su familia
Menhaz Zaman masacró a toda su familia

Menhaz Zaman masacró a toda su familia

Menhaz Zaman había construido una vida basada en engaños. Durante años, mintió a su familia sobre su ingreso y progreso en la universidad. En realidad, había abandonado sus estudios y pasaba la mayor parte de su tiempo jugando videojuegos.

La mentira se volvió insostenible cuando su familia comenzó a sospechar y a exigir pruebas de su supuesta graduación. Atrapado en su propia red, el criminal sintió que su mundo se desmoronaba.

En septiembre de 2020, Menhaz Zaman se declaró culpable de la masacre. Durante el juicio, afirmó que mató a su familia porque no podía soportar la vergüenza de que descubrieran su mentira. Fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 25 años.

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