Historias del crimen

El caso de la "Vampira Asesina Lesbiana": asesinaba y bebía la sangre de las víctimas

La mujer cometió uno de los asesinatos más recordados de las últimas décadas

En octubre de 1989, Australia se estremeció con uno de los crímenes más brutales y extravagantes de su historia. Tracey Wigginton, una mujer de 24 años conocida como la "Vampira Asesina Lesbiana", fue responsable del asesinato de Edward Baldock, un padre de familia de 47 años.

El móvil del asesinato fue saciar su supuesta sed de sangre humana, creyéndose un vampiro.

Junto a tres cómplices, Tracy Wigginton no solo apuñaló a su víctima 27 veces, casi decapitándola, sino que bebió su sangre en un ritual macabro que horrorizó al mundo.

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La mujer que fue una asesinada condenada a prisión perpetua.

La mujer que fue una asesinada condenada a prisión perpetua.

La Vampira Asesina Lesbiana

Tracey Wigginton nació el 4 de agosto de 1965 tuvo una infancia estuvo marcada por abusos físicos y sexuales, según sus propias declaraciones. Estos traumas, combinados con una fascinación temprana por las artes oscuras, el ocultismo y el vampirismo, moldearon una personalidad inestable.

A los 15 años se identificaba como lesbiana y desarrolló una obsesión por el vampirismo: no comía alimentos sólidos, bebía sangre de animales obtenida en carnicerías y afirmaba tener poderes mentales para controlar a otros.

Para 1989, mantenía una relación con Lisa Ptaschinski, de 24 años. Junto a ellas estaban Kim Jervis y Tracey Waugh, ambas de 23 años, formando un grupo unido por la noche y el alcohol. Tracy Wigginton se teñía el cabello de negro y proclamaba su "necesidad de alimentarse". Obligaba a su pareja a cortarse las venas para beber su sangre y las convencía de su supuesto control mental.

El 20 de octubre, tras beber en un bar lésbico de Australia salieron en busca de una víctima. Su plan: atraer a un hombre para matarlo y saciar su sed vampírica.

Tracey Wigginton asesina 3
La asesina recuperó su libertad al cumplir gran parte de la pena.

La asesina recuperó su libertad al cumplir gran parte de la pena.

El asesinato en Australia

La víctima fue Edward Baldock, un trabajador municipal, padre de 4 hijos y abuelo, que regresaba ebrio a casa tras jugar dardos con amigos. Las mujeres lo atrajeron con promesas de sexo.

El hombre subió al auto y fue llevado a un parque. Se desvistió esperando un encuentro sexual. Pero Tracy Wigginton regresó del auto con un cuchillo y lo apuñaló 27 veces en el cuello y la espalda, casi cortándole la cabeza. Mientras agonizaba, bebió su sangre directamente de las heridas.

Al día siguiente, el hombre asesinado fue hallado. La policía de Australia encontró a las 4 sospechosas. Una de ellas confesó todo, describiendo a Tracy Wigginton como una vampira que las manipulaba.

En 1991, la principal sospechosa se declaró culpable de asesinato, evitando juicio, y fue condenada a prisión perpetua. En la cárcel agredió a reclusas y guardias en 2006, pero se rehabilitó. Solicitó libertad condicional varias veces hasta 2011, cuando fue aprobada.

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