Parecía que era una riña entre conocidos, pero terminó siendo un hecho de inseguridad. Un joven de 19 años que está detenido por el crimen en Guaymallén ocurrido el sábado pasado recibió una dura imputación por la que arriesga una pena de prisión perpetua.

Cerca de las 5.30, Marcelo Coronel (23) recibió una certera puñalada en su corazón que le quitó la vida a los pocos segundos. Caminaba frente a la manzana 21 del barrio Lihué cuando fue atacado. Algunos lugareños alcanzaron a observar la secuencia y dieron aviso a la Policía.

Los testigos también identificaron al atacante. Jeremías López, de 19 años, fue detenido a las pocas cuadras. Tenía un arma blanca en su poder. Las pericias determinarán si fue el objeto con el que habría cometido el crimen en Guaymallén.

Sumado a esto, la declaración de un testigo fue lapidaria para su situación procesal. La persona dijo que López intentó robarle a Marcelo Coronel y como la víctima se resistió, le terminó propinando la herida fatal. Esto hizo la caer la versión de que el motivo del asesinato fue una riña -ambos jóvenes se conocían porque vivían en la zona-.

Es por esto que la fiscal Andrea Lazo imputó a Jeremías López por el delito de homicidio criminis causa -matar para ocultar otro hecho- y tentativa de robo agravado. Si bien resta un largo camino investigativo, si el joven es encontrado culpable bajo esta calificación será condenado a prisión perpetua.

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