La Fiscalía de Homicidios se quedó con un sabor agridulce en la jornada del miércoles, ya que una jueza confirmó la detención de dos sospechosos de planificar el crimen en Ciudad del prestamista Matías Oscar Miralles (33), acribillado a disparos en su casa de la Cuarta Sección en junio de 2022, pero al mismo tiempo ordenó la liberación de otro de los imputados.
Asesinato en la Cuarta Sección
Crimen del prestamista: liberaron al cuevero pero siguen presos el empresario y el arbolito
Cinco de los seis sospechosos por el asesinato del prestamista Matías Miralles (33) se encuentran con prisión preventiva, aunque una jueza ordenó liberar a un sospechoso de actuar como intermediario entre el autor intelectual y los sicarios
Matías Miralles, el prestamista asesinado en la Cuarta Sección.
En los primeros días de julio se realizó una audiencia donde el fiscal Gustavo Pirrello solicitó la prisión preventiva del empresario Guillermo Emanuel Sosa (41), su amigo dueño de una cueva financiera Cristian Javier Ideme (41) y el arbolito de la galería Tonsa Jorge Ballena Herrera (47).
Para el investigador, el primero de ellos fue quien mandó a matar al prestamista ya que tenía una millonaria deuda y los dos restantes lo ayudaron a contratar a jóvenes sicarios vinculados a la barrabrava de Huracán Las Heras -el expediente tiene tres imputados más-.
La decisión se demoró debido a la feria judicial de invierno, pero el miércoles se retomó la audiencia y la jueza Natasha Cabezas dictó la medida contra Sosa y Herrera, imputados por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el pago o promesa remuneratoria -pena de prisión perpetua-. Las principales pruebas son unas escuchas telefónicas del entorno del empresario donde se referían al crimen en Ciudad y que Ballena Herrera es padrastro de uno de los otros detenidos.
Sin embargo, la magistrada consideró que hasta el momento no hay evidencias suficientes contra el cuevero Ideme y ordenó su inmediata libertad, previo pago de una caución de $5 millones. Este sospechoso continuará ligado a la investigación pero la Fiscalía deberá reforzar sus pruebas si quiere volver a solicitar la detención.
Crimen en Ciudad
Matías Oscar Miralles (33) fue acribillado a tiros el 9 de junio de 2022 en la Cuarta Sección. Los asesinos llegaron en una motocicleta hasta su casa ubicada en calle Montecaseros, frente a la plaza Cobos. Uno de ellos tenía una mochila de Pedidos Ya, la aplicación para deliverys. Tocaron el timbre y cuando la víctima salió a abrir fue acribillada de varios disparos. La principal hipótesis del hecho es que el móvil del crimen está vinculado a la actividad de Miralles, quien era prestamista.
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Con el correr de los días, una pericia balística determinó que los tiros fueron efectuados por una pistola que ya ha estado involucrada en al menos dos hechos más. Por un lado el crimen de Tomás Patón (18), ocurrido el 10 de abril de 2021 en el barrio 20 de Julio de Las Heras. En ese caso, la víctima fatal circulaba en una moto con Lucas Segovia y efectuaron disparos contra otro joven, quien se defendió y terminó matando al conductor. Por este motivo, quedó libre por legítima defensa.
En tanto, la pistola 9 milímetros fue la misma que protagonizó la balacera en la cancha de Huracán Las Heras que ocurrió el 31 de octubre pasado. Ese día, la facción disidente de la barra brava comenzó a efectuar disparos mientras el Globito recibía a Ferro de General Pico. Mauricio Romero, el director técnico del equipo pampeano, fue rozado por una bala en la axila izquierda y debió ser trasladado al Hospital Carrillo. Afortunadamente, la herida fue superficial y no le trajo complicaciones de salud.
De esta forma se realizaron allanamientos en casas de distintos barrabravas y Lucas Segovia (22) se convirtió en el primer detenido en la causa. Semanas después, un testigo de identidad reservada declaró que escuchó a este joven ofrecerle "plata y merca" a Pablo Herrera (20) y a un menor de 16 años conocido como Chongo a cambio de cometer el asesinato.
Con el avance de la investigación, quedó detenido el padrastro de Segovia, Jorge Herrera, quien trabajaba como arbolito en una cueva de la galería Tonsa que era propiedad de Cristian Ideme. Este último era amigo de Guillermo Sosa, el dueño del corralón que tenía una millonaria deuda con Miralles y recibía constantes amenazas del prestamista.
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