La Policía de Mendoza está de luto y conmovida por la muerte del subcomisario Luis Pérez, quien sufrió un infarto fulminante en su casa de Guaymallén, donde se preparaba para salir a trabajar. Tenía 38 años y en su carrera policial fue baleado y también le salvó la vida a una chica de 16 años que había caído a un canal de agua.

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Incontables son los mensajes que se difundieron por las redes sociales de amigos, compañeros de trabajo, y familiares, quienes aún no pueden creer el trágico final que tuvo Pérez, que no tenía ninguna enfermedad que hiciera sospechar que podía sufrir un infarto.

Tuvo varios destinos, pero hacía un tiempo se desempeñaba como supervisor en el Centro Estratégico de Operaciones, más conocido como CEO o 911, que funciona en el Ministerio de Seguridad, en Godoy Cruz.

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El miércoles entraba a su turno a las 19, pero un rato antes sus mismos compañeros escucharon por frecuencia que había sufrido un infarto en su casa de calle Gomensoro, de Guaymallén, y a pesar haber recibido reanimación no pudieron revertir la situación.

Sus compañeros y los más cercanos lo llamaban Perico o Perrusi. En marzo cumplió 38 años, de los cuales durante 17 años estuvo en la fuerza.

En octubre de 2019 se recibió de licenciado en Seguridad Pública, y su tesis fue dedicada a su hijo Facundo, quien dijo que era su razón de ser, y quien siempre le daba fuerzas para seguir adelante y cumplir sus objetivos.

Durante muchos años trabajó en Guaymallén y el 19 de enero de 2016 le salvó la vida a una chica de 16 años, quien había caído a un brazo del canal Cacique Guaymallén, en calle mathus Hoyos y Allayme, de esa comuna.

Cuando Luis Pérez y su compañero llegaron al lugar vieron que había mucha gente tratando de rescatar a la joven, pero ellos tomaron el control de la situación, se metieron al canal y la sacaron.

La chica no reaccionaba, por lo que entre los dos le hicieron reanimación y respiración boca a boca hasta que escupió parte del agua que había trabajado. Muy débil y sin poder esperar más a que llegara una ambulancia, Luis Pérez se subió con ella en brazos a la parte de atrás del móvil y mientras la reanimaba la llevaron hasta el hospital Central.

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"Nos avisaron que la ambulancia tenía demora. Nos pusimos en manos de Dios y la trasladamos en el móvil hacia el Hospital Central", recordó Luis Pérez en ese momento y al trasladarla en el móvil, indicó: "Era el único lugar más cómodo para que la joven se reanimara en el traslado. Tuvo altos y bajos porque se descompensaba".

Luego los médicos informaron que la joven estaba fuera de peligro y que el accionar de los policías fue indispensable para que ella siguiera con vida.

En junio de 2010, cuando Pérez tenía 27 años, se produjo un asalto en un minimarket de una estación de servicio de calle Rodríguez Peña y Acceso Este, de Rodeo de la Cruz. Dos delincuentes de 18 y 32 años habían escapado en un vehículo robado y lo abandonaron en el interior del Barrio Coccuci.

En calle Famatina y Guanacache, Pérez y su compañero encontraron a los asaltantes, quienes los atacaron a balazos. Como consecuencia Luis Pérez, recibió un disparo en su pierna izquierda, en un pie y en su brazo izquierdo, cuya bala había quedado alojada en la parte superior de su pecho.

En el móvil lo trasladaron al Hospital Central donde le hicieron estudios y una vez estabilizado lo trasladaron al Hospital Militar donde lo operaron y quedó internado.

Los dos delincuentes fueron capturados y le secuestraron una mochila en la que llevaban tres armas de fuego.

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Hoy su muro de Facebook está repleto de mensajes de sus amigos, compañeros y familiares: “Un gran profesional, compañero, camarada y líder. Con una notable vocación de servicio. Q.D.E.P Subcrio. Luis Pérez. Héroe de la Policía de Mendoza”.

“No tengo palabras para describir tanta tristeza, no puedo creer que te hayas ido de esa manera, una persona tan buena, humilde, fuerte, siempre empujándonos para adelante, la cabecilla de este hermoso grupo que formaste con tanto esfuerzo y sacrificio... Personalmente un gran amigo, casi parientes como solías decir, te voy a llevar en mí corazón siempre siempre, gracias por tanto cariño…no te voy a olvidar nunca…saludo uno mí Sub Comisario Pérez”, dice otro comentario.

Y siguen: “Perico querido… Por Dios no puedo creer que nos dejaste. Una gran persona, amigo único, un jefe como pocos”.

“Hoy se fue un muy buen policía, jefe, conocido, amigo, y sobre todo una excelente persona, quien diría que te ibas a ir de esta forma con todo lo que pasaste....siempre me retabas cuando te trataba de jefe o superior cuando vos me decías "hermano"....hoy no es casualidad que tu foto este en muchos estados de WhatsApp y Facebook...algo hiciste muy bien, dejaste huellas que serán eternas, tu misión está cumplida en la tierra, ahora a descansar y cuidarnos desde el cielo....hasta pronto HERMANO....”.

“Nos conocimos haciendo la rehabilitación de la art… yo me caí y me quebré. A vos te habían baleado en un operativo, VARIOS TIROS y te salvaste de casualidad o porque Dios te necesitaba de este lado. Semejante situación no te echó atrás, seguiste con la misma vocación de servicio y con tu laburo diario seguro salvaste muchas más, aunque recibiste reconocimiento por la chica que salvaste de morir ahogada. Gran tipo, Gran policía”.

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