Femicidios en Mendoza

Caso Ivana Molina: las pruebas que tiene la Fiscalía y las coartadas que estableció el sospechoso

El martes fue un día agitado en la causa que investiga el presunto femicidio de Ivana Molina, la mujer de 39 años que está desaparecida desde hace un mes. Se sumaron pruebas clave en el expediente y el acusado planteó su coartada para cada una de ellas

Desde este martes que Carlos Miguel Díaz (64) fue trasladado a la penitenciaría sospechado de haber cometido el femicidio de Ivana Molina (39). El caso que investiga la desaparición de la mujer hace más de un mes tuvo movimientos claves en el expediente con las primeras pruebas científicas que complicaron al sospechoso pero también la declaración del hombre que planteó sus coartadas.

El hombre fue detenido el jueves pasado en Buenos Aires, el sábado fue trasladado a Mendoza y estuvo alojado en los calabozos de la Comisaría Tercera hasta este martes que fue trasladado al penal.

La fiscal Claudia Ríos considera que tiene pruebas suficientes a esta altura de la investigación para formalizarlo por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. Más aún después del informe que llegó ayer del Laboratorio de Huellas Genéticas que encontró manchas de sangre de Ivana Molina en el domicilio de Carlos Díaz. Pero en ese mismo momento que se conoció la novedad, el sospechoso estaba declarando y brindó una explicación al respecto.

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Las pruebas que sostiene la fiscal y las excusas del sospechoso

  • Manchas de sangre: en un allanamiento realizado hace algunas semanas se encontraron tres rastros hemáticos en la casa del barrio Las Rosas, en el oeste de Ciudad, donde vive Carlos Díaz. Una en el colchón de la propiedad, otra en el lavabo del baño y otra en una remera del hombre. El informe de laboratorio determinó que la de la cama pertenecía a Ivana Molina, la del baño era una mezcla de ambos y la de la remera era de Carlos Díaz. Este último, al momento de declarar, explicó que si bien estaban separados con la mujer solían reunirse para mantener encuentros sexuales ocasionales. Eso ocurrió el 31 de marzo pasado y la mujer estaba menstruando, lo que explica sus rastros sanguíneos. Además agregó que Ivana Molina presentaba sangrado en la nariz producto de una supuesta adicción a la cocaína. Con respecto a su propia sangre, Díaz dijo que en esos días se había quemado la pantorrilla con el caño de escape de su moto.
  • Contradicciones: Carlos Díaz declaró que el último contacto con Ivana Molina lo tuvo desde la noche del 31 de marzo hasta la madrugada del 1 de abril -ese día dejó de conectarse el Whastapp de la víctima-. Tras tener relaciones sexuales, llevó a la mujer hasta la casa de un familia a quien le vendió un electrodoméstico para conseguir dinero y comprar drogas. Luego de este episodio, su expareja le dijo que se iba a ir a vivir al Sur del país para ejercer la prostitución. Sin embargo, en la causa han declarado al menos tres personas que aseguraron haber visto a Molina y Díaz el 7 de abril manteniendo una discusión en el oeste de Ciudad.
  • Fuga: Tras la denuncia por el paradero de la mujer, Carlos Díaz le pagó a un remisero trucho una suma de $60 mil para que lo traslade hasta Buenos Aires donde se mantuvo prófugo hasta ser detenido semanas después. Para la Fiscalía se trata de una clara intención de evadir a la Justicia, aunque el hombre explicó que se fue de Mendoza ya que él y sus hijos habían sufrido amenazas tras la desaparición de Ivana Molina. Los investigadores no creen en esa versión ya que el único que huyó fue el hombre y no lo siguieron los jóvenes.
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Con estos pilares probatorios, Carlos Díaz continuará detenido mientras los pesquisas trabajan en busca de una prueba clave: el cadáver. Si bien se inspeccionó un contrapiso que estaba ubicado en el domicilio del barrio Las Rosas, el resultado fue negativo. En los próximos días, la Fiscalía deberá solicitar la prisión preventiva para que un juez defina si las pruebas son suficientes para sostener la privación de la libertad del sospechoso.

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