El fiscal de Homicidios de Santa Fe, Jorge Nessier, ratificó ayer a La Capital que "la investigación judicial por el crimen del suboficial Pablo Cejas no descarta por ahora ninguna hipótesis". Eso significa que la muerte del cabo de 26 años, acribillado con más de 12 balazos la noche del lunes en el barrio Villa Yapeyú, pudo haber sido consecuencia de sus denuncias sobre la supuesta connivencia entre policías y narcotraficantes tal como sostiene su esposa y también el diputado Carlos del Frade (ver abajo), o por cuestiones interpersonales que involucrarían a su hijastro y que serían ajenas a sus planteos pero no al comercio de drogas.
Con limitaciones para no perjudicar la pesquisa, Nessier le dijo a este diario que hasta anoche "no se ha logrado detener a ningún sospechoso" de participar en el hecho en el que fue asesinado Cejas, aunque reveló que "todo indica que participaron muchas personas".
Apodos en agenda
En ese sentido, fuentes extraoficiales sostuvieron que la noche del jueves se realizaron al menos cincos allanamientos en busca de los presuntos autores del crimen, que fueron demoradas cinco personas a las que se les tomó testimonio y que una sola quedó detenida pero por otro crimen.
A la vez, voceros de la pesquisa deslizaron que dos muchachos que viven en la zona del homicidio y a los que reconocen como "Gastoncito" y "Nikito", están en las carpetas de los pesquisas ya que no serían ajenos a lo ocurrido. Y recordaron que el año pasado Cejas había tenido un altercado con uno de ellos, por lo que se le inició una causa en la División Judiciales a partir de la denuncia de la mamá de la víctima.
Aun así, el fiscal Nessier no se aventuró a conjeturar si, como dicen algunos, Cejas cayó "en medio de una emboscada luego de haber sido llevado al lugar donde encontró la muerte", aunque no descartó que eso se está investigando. Y en otro orden, el propio fiscal planteó la necesidad de saber sobre el sistema de protección oficial que tenía Cejas tras las denuncias de complicidad narcopolicial, ya que no era vigilado de cerca sino que se reportaba vía telefónica a sus custodios.
Tres datos
Pablo Cejas, quien era conocido en Santa Fe por haber señalado la connivencia de la policía con el tráfico de estupefacientes y por haber señalado numerosos lugares de venta de drogas, alcanzó su minuto de fama mediática por atrincherarse en un bar el año pasado y amenazó suicidarse si la prensa no se hacía eco de sus denuncias. Con tan sólo 26 años fue asesinado a tiros la noche del lunes en Neuquén al 6400, en Villa Yapeyú.
Aunque no hay palabra oficial que lo certifique aún, tres datos parecen claros. Cejas no fue víctima de un robo seguido de muerte; de confirmarse que los primeros disparos fueron desde atrás, el policía fue como mínimo sorprendido o emboscado; y que el traslado del cuerpo desde una casa (donde lo habrían matado) hasta un basural cercano, tuvo como finalidad limpiar pistas.
Lo cierto, hasta ahora, es que a cinco días del homicidio oficialmente no hay datos ni indicios oficiales que puedan explicar qué sucedió con el joven uniformado y eso preocupa a las autoridades políticas de la provincia (ver recuadro).
Interpelación
El diputado provincial por el Frente Social y Popular (FSP) Carlos del Frade presentó un proyecto de resolución en el cual solicita la interpelación de los ministros de Seguridad, Maximiliano Pullaro; y de Justicia, Ricardo Silberstein, "para que brinden explicaciones respecto del asesinato del cabo Pablo Cejas y la protección que le dio el Estado luego de hacerse públicas sus denuncias sobre corrupción institucional a partir de 2015".
En su pedido, del Frade plantea saber desde cuándo el Ministerio de Justicia brindó protección a Cejas y su familia, y cómo lo hacía o lo hace actualmente. También requiere saber "lo realizado desde el Ministerio de Seguridad en relación a las denuncias efectuadas por Cejas desde 2015, cuáles fueron las acciones legales impulsadas desde el mencionado ministerio para investigar los dichos del cabo, saber el destino de los responsables de las comisarías denunciadas y el análisis que se hizo de las bandas a las que se refirió el suboficial asesinado, entre otras cosas.
En su planteo, el diputado provincial recordó que en abril de este año recibió de Cejas "una nota cargada de información precisa sobre negocios ilegales auspiciados por titulares de comisarías y subcomisarías en diferentes barrios santafesinos que luego fue convertida en un pedido de informe presentado ante esta legislatura el pasado 3 de mayo". En ese pedido, dice, se centraba la información del barrio Villa Yapeyú y se solicitaba "un diagnóstico de la actuación de los integrantes de la comisaría de ese barrio en el que se detectaron 34 puntos de venta de drogas al menudeo, según informaciones policiales".