Primero ingresó una mujer, y poco después lo hicieron las otras dos, quienes preguntaban precios para distraer a la vendedora. Así fue como una de ellas se escondió debajo de su campera un juego de sábanas, y al salir agarró una frazada que estaba al lado de la puerta.
Las otras dos mujeres siguieron en el negocio como si nada pasara, hasta que otra también se fue repentinamente. La tercera ladrona seguía dentro del negocio, preguntó algunas cosas más, hasta que recibió un mensaje y le dijo a la vendedora que debía irse.
En ese momento, la víctima se dio cuenta de que le faltaban cosas y salió detrás de la última mechera, a quien vio que se subió a un auto que estaba estacionado enfrente y escaparon.
La mujer aseguró estar indignada y frustrada por la facilidad con la que estas delincuentes la engañaron y le robaron, sin que nada pasara y sin que las ladronas fueran detenidas luego de llamar a la Policía y alertar sobre lo ocurrido.