Muchos creyentes tienen la duda: ¿es pecado tener relaciones sexuales en Semana Santa?
Semana Santa plantea varias preguntas sobre los ritos, tradiciones, dudas y costumbres que caracterizan estas fechas. Además es considerada por mucha gente como la posibilidad de hacer turismo aprovechando el fin de semana largo que genera Pascua. Entre las dudas de muchos creyentes está si tener relaciones sexuales en Semana Santa es pecado.
Además existe un mito alrededor de tener relaciones sexuales en Semana Santa, más allá de si es o no pecado. Una leyenda dice que quienes cometen este "sacrilegio" corren el riesgo de quedar pegados al finalizar el acto sexual.
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La Iglesia Católica y la Biblia son consultadas por los creyentes al respecto en esta época del año. Pero nada dice al respecto.
Desde hace siglos se dice que mantener relaciones sexuales durante Semana Santa es pecado. La idea proviene desde la Edad Media, cuando se creó la concepción del pecado ante la relación con el propio cuerpo. Desde esa época se cree que para lograr la salvación se deben apartar los placeres de la carne (el cuerpo), más aún en la Semana Santa.
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Sin embargo, esa misma creencia del pecado alrededor del sexo en Semana Santa es parte de un tema cultural y no tiene un fondo algo religioso. A la luz de la Biblia –el eje doctrinario de la Iglesia Católica y el cristianismo– no hay nada escrito sobre las relaciones sexuales en Semana Santa.
Tampoco desde El Vaticano hay algo que advierta del pecado por el mantener relaciones sexuales en esta época.
Además hay un mito urbano alrededor de la posibilidad de quedarse literalmente "pegado" a la pareja por tener sexo durante Semana Santa. Esto sería una suerte de castigo divino por disfrutar los placeres de la carne, pero no es más que un mito. No obstante, es posible que suceda en cualquier relación sexual.
Más allá de la superstición religiosa de que se puede terminar pegado en medio de una relación sexual si se realiza en Semana Santa, lo cierto es que por una serie de factores –que no obedecen a nada religioso– esto puede suceder.
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A causa de algún problema físico o psíquico producido en la mujer se puede llegar a tener una contracción involuntaria en ciertos músculos vaginales en medio de las relaciones sexuales. Esa misma contracción puede llevar a que el pene acabe aprisionado y la pareja se quede pegada. Por dicho problema se hace entonces necesario acudir a relajantes musculares para poder liberar al hombre.