País Buenos Aires
El bebé que fue encontrado por el cachorro ya está bien y varias familias quieren adoptarlo. Su dueño contó otra historia sobre él

El perro que salvó al bebé ya había tenido otro acto heroico hace dos meses

Por UNO

Es un héroe, pero no la primera vez. Este miércoles trascendió la noticia de que un perro había salvado a un bebé de morir de frío, cuando lo encontró dentro de una bolsa. Lo curioso del caso, es que no es la primera vez que el perro se viste de héroe. Hace unos meses había alertado a una vecina de un incendio en su casa.

"Orejón" es un perro al que le gusta mucho la calle. Tiene apenas un año y su custodia es compartida entre Enzo Giménez (18) y una vecina.

En esta ocasión, el cachorro alertó a un vecino sobre una bolsa de nylon tirada en la calle. No paró de ladras hasta que el hombre, de 65 años, se aproximó y vio que había un bebé dentro de ella.

Estaba dormido, pero vivo y -lo iba a saber después- sano. Ahora, el nene al que bautizaron Mateo, está internado en la Maternidad Santa Rosa, en Florida Oeste, en Buenos Aires, fuera de peligro y con varias familias que quieren adoptarlo.

"Había salido a ver la casa de un vecino que se fue de vacaciones. Cuando volví, lo vi a Orejón un poco alterado. Es un perro bueno, inquieto, que tiene sólo un año y es de un vecino de la cuadra, Enzo. Estaba oliendo y ladrándole a una bolsa. Me acerqué y ahí vi que había algo raro. Cuando me di cuenta de que era un bebé, le toqué la frente y empezó a mover el labio de abajo. Inmediatamente empezaron a aparecer vecinos, llamamos a la Policía y justo apareció un patrullero", explicó el vecino al diario Clarín.

Los médicos determinaron que tiene aproximadamente 15 días de vida. Pesa dos kilos. El secretario de Salud de Vicente López, Martín Darway, informó que cuando llegó al Houssay tenía signos de hipotermia y desnutrición, pero aseguró que ya se encuentra "resguardado y fuera de peligro".

Enzo Giménez (18), el dueño de Orejón, se enteró a la mañana siguiente de lo que había hecho su perro.

"El 25 de mayo cumplió un año. Es muy callejero y lo cuidamos con una vecina, Ani. Me lo regaló mi novia en junio del año pasado y desde cachorrito ya se veía que era un perro buenísimo", afirmó.

"Nunca se me pasó por la cabeza que iba a pasar algo así, pero sí sabía que era capaz de hacer cosas muy buenas. No es su primer hecho 'heroico': hace dos meses le avisó a la vecina que también lo cuida que se estaba incendiando su casa. El estaba con ella, adentro, y empezó a llorar y ladrarles. Gracias a él, se despertaron y se salvaron", contó Giménez a Clarín.

Orejón tiene el pelo marrón claro y el hocico negro. Es sociable y en el barrio todos lo conocen. Desde que se enteró de la noticia hasta unas horas después, Giménez no había visto a Orejón. Volvió recién a la tarde. Es callejero y "rotativo", como le dicen sus dueños, y había salido a caminar por la zona.

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