La mano "voleada" del zurdo Juan Manuel Insaurralde ante la entrada de Gonzalo "Pity" Martínez derivó en penal y Sebastián Driussi "abrió" el superclásico de este sábado, siendo esta la cuarta vez desde mayo 2015 que Boca cae ante River por acciones de ese tipo que eran "evitables" y que terminaron en inexorables derrotas.
El 7 de mayo de 2015, partido de ida en semifinales de Copa Libertadores, en el Monumental, Leandro Marín bajó a Gonzalo "Pity" Martínez y gol de penal del uruguayo Carlos Sánchez a Agustín Orión. Ganó River 1 a 0.
Marín, promesa Juvenl Sub 20 tres años antes, lateral por derecha, nunca más volvió a Primera en Boca. En la revancha se clasificó River con aquel empate y la suspensión por la noche recordada del "gas pimienta".
En el primer amistoso del verano 2016, en el marplatense estadio José María Minella, Carlos Tevez cometió una mano "de vóley" en la barrera tras un tiro libre del uruguayo Rodrigo Mora desde la izquierda.
El "Apache" tocó la mano dentro del área y el penal lo ejecutó el zurdo Leonardo Pisculichi. Terminó también 1 a 0.
Hace un año, en el verano pasado, otra infracción "inocente" de Sebastián Palacios saliendo del área a Gonzalo Martínez. Penal que ejecutó Mora, tercer 1 a 0 para River. Faltaban seis minutos.
Y el sábado por la noche en el mencionado cruce del zurdo Juan Manuel Insaurralde tras otra entrada de Martínez (tuvo tres participaciones en los cuatro penales mencionados), por jugada de Sebastián Driussi, que "robó" una pelota en tres cuartos y tomó a la defensa de Boca a contrapierna en Mar del Plata. Así se "abrió" el partido para River.
En el camino debió irse Rodolfo Arruabarrena como técnicode Boca y el plantel se reforzó dos veces. Llegaron 10 jugadores desde el segundo semestre de 2016.