El campo de juego de la Bombonera, foco de la polémica en la previa del Superclásico, lució mejor, aunque sin estar óptimo, producto de los trabajos contrarreloj realizados por el club de la ribera y de que no hubo lluvias en las últimas horas.
Muchos sectores tienen menos pasto y bastante arena, pero al menos la pelota corre mejor que en las últimas jornadas, donde había zonas con gran cantidad de barro.
La franja más preocupante, la que corre paralela a los bancos de suplentes, y donde no da el sol durante el día y tiene mal drenaje, es la única parte donde la pelota por momentos se frena, aunque levemente.
El césped el estadio Alberto J. Armando tendrá un poco más de descanso tras el juego por River, ya que los dos próximos compromisos de Boca, por torneo local y Copa Libertadores, serán como visitante, de Argentinos Juniors y Cerro Porteño de Paraguay, respectivamente.