La pelota no rodó en Pergamino. La gran cantidad de agua provocada por la sudestada que afecta a esa parte del país hizo imposible que el encuentro que iban a jugar Douglas Haig e Independiente Rivadavia se disputara y por lo tanto será reprogramado.
"Comparto la decisión del árbitro de suspender el encuentro. El campo de juego estaba anegado, no se podía jugar por varios motivos; primero porque es peligroso para los físicos de los protagonistas y después porque el juego en estas condiciones se desnaturaliza", dijo a UNO el DT azul sobre los motivos de suspensión del partido.
Y agregó: "Lamentablemente lo peor nos toca a nosotros, porque tuvimos que hacer el gran esfuerzo de viajar hasta acá, con todos los gastos que eso implica, sobre todo los económicos, pero bueno... ahora tendremos que regresar y empezar a preparar el próximo encuentro del viernes".
"Tenía muchas expectativas por ver a este equipo con el que habíamos practicado durante toda la semana, pero no se pudo. No sé para cuándo se irá a reprogramar, tendrá que ser en algún momento que nos coincida a nosotros y también a Douglas Haig", concluyó el Profe.
"Decidimos no jugarlo porque las condiciones del campo del juego no estaban dadas. La AFA, con el informe, decidirá cuándo se juega", Diego Ceballos, árbitro del encuentro.
Una más
Inmediato regreso. Apenas se conoció la decisión de la suspensión, el plantel de Independiente Rivadavia emprendió el viaje de regreso a nuestra provincia en colectivo. La Lepra deberá preparar el próximo partido, el viernes, con Estudiantes (SL).
También en 2002 se suspendió este cotejo
La de este domingo no fue la primera vez que un encuentro entre Douglas Haig e Independiente Rivadavia se suspende en Pergamino. Una ciudad con características muy especiales en cuanto a este tipo de condiciones climáticas, ya que es una zona muy húmeda y lluviosa sin importar la estación o el mes del año.
La primera suspensión se dio el 16 de diciembre del 2002, cuando ambos equipos militaban en el viejo torneo Argentino A, hoy Federal A. Ese día debían jugar el segundo encuentro definitorio de la semifinal. En el primer partido, que se disputó en el Bautista Gargantini, los Azules habían sido derrotados por 2 a 1. Entonces la Lepra llegó al segundo y clave encuentro con la imperiosa necesidad de ganar para acceder a la final.
Independiente era orientado tácticamente por Claudio Turco García y entre sus filas contaba con referentes tales como: el arquero Jemio Portugal, Rubén Hermes Almeida, el Titi Leyes y el delantero Leandro Abálsamo, entre los más destacados.
Según nuestro enviado especial de ese momento, los meteorólogos habían pronosticado tormentas eléctricas y el día anterior la lluvia había juntado 30 milímetros de agua. "La cancha estaba embarrada y totalmente inundada, incluso había sectores del campo de juego en que los jugadores parecían estar dentro de una pileta. La lluvia caía estrepitosamente y las fuertes ráfagas de vientos arremolinados alcanzaban los 50 kilómetros. Realmente Pergamino era un diluvio", afirma la crónica de nuestro enviado especial de ese entonces.
El cotejo se siguió jugando al otro día, cuando la Lepra no pudo sortear su destino y quedó eliminada.