El partido comenzó con dificultades para ambos equipos ya que Richarlison, Darwin Núñez y Ben Davies sufrieron golpes en los primeros minutos, lo que afectó el ritmo de juego. Liverpool tomó la iniciativa, pero se encontró con la férrea defensa del Tottenham.
Sin embargo, la apertura del marcador llegó con un centro preciso de Salah y una definición de primera de Gakpo, que dejó sin reacción a la defensa visitante y empató la serie. A partir de allí, el dominio fue absoluto para los dirigidos por Arne Slot.
En el segundo tiempo, Liverpool generó varias ocasiones de gol, pero la gran actuación del arquero de Tottenham, Caoimhin Kelleher, evitó el segundo tanto.
Luego Kelleher salió tarde a cortar a Darwin Núñez y lo derribó dentro del área. El árbitro cobró penal sin dudar y Salah, con sangre fría, puso el 2-0 desde los doce pasos.
Alexis Mac Allister dio una asistencia
Luego Liverpool manejó los tiempos del partido y liquidó la serie con dos goles más de Szoboszlai y van Dijk (con un pase de Mac Allister), que sellaron la goleada que le permite al equipo de Anfield volver a una nueva final en Inglaterra.