Thiago Motta estuvo en el Barcelona cuando Leo Messi empezó a dar sus primeros pasos con el primer equipo. El argentino no tuvo preámbulos al momento de mostrar toda su habilidad en el primer equipo. Sin embargo, en su llegada, el brasileño nacionalizado italiano le hizo sentir el rigor del equipo.

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"Leo es un amigo, pero el primer día en un entrenamiento le entré durísimo y vino su padre a pegarme la bronca y decirme que me había excedido. Era la única manera de frenarlo...", confesó Motta en diálogo con La Gazzetta dello Sport.

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En esa misma línea, el ex Inter de Milan cuenta: "Los entrenamientos eran la guerra, cada balón que tocaba me gritaban todos a la vez, 'a mí, a mí, pásamela'. Y cómo entraban, ¡qué dureza! Puyol, que entonces era centrocampista, me aconsejó que hiciera lo mismo. Y entonces ya me respetaron".

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Thiago Motta terminó yéndose del Barcelona en 2007 y luego recaló en equipos como el PSG y el Inter de Milan, dónde ganó la Champions League con Mourinho. 

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