Ahora, Kiki quiere seguir el curso jurídico de su demanda por una suma de 55 millones de euros. París Saint Germain, por su parte, está esperando que se terminen todos los recursos ante las instancias deportivas para llevar el caso ante la justicia ordinaria.
El reclamo del delantero es en concepto de salario y primas, que el PSG retuvo a Mbappé en función de un acuerdo verbal entre ambos, para desbloquear la decisión de los propietarios cataríes del club de apartarlo del plantel a inicios de la pasada temporada.
Ese trato, al que Mbappé aludió en alguna ocasión ante la prensa, es al que se aferra la institución para no pagar esa suma, pero los abogados del jugador lo consideran inválido. Se trata del punto culminante de una relación que fue deteriorándose a lo largo de los años y que acabó cerrándose en falso.
El fin de la relación Mbappé-PSG
Kiki firmó en 2022 una extensión de su contrato por dos temporadas, con la posibilidad de extenderlo a tres si ambas partes lo deseaban. Poco antes de que acabara la primera temporada, hizo saber que no quería activar esa cláusula para un tercer año, lo que motivó que el club le lanzara un ultimátum: o renovación o salida ese mismo verano de 2023.
kylian-mbappe-psg1.jpg
El francés y el club, lejos de llegar a un acuerdo.
Como medida de presión, el elenco parisino lo separó del plantel y, como si fuera poco, no lo llevó a la pretemporada que realizaron bajo las órdenes de Luis Enrique. El DT español había llegado a la institución hacía un par de semanas.
Para desbloquear la situación y permitir al delantero regresar a la par de sus compañeros, tanto el club como el jugador aseguraron que habían llegado a un acuerdo para que su salida no se produjera sin dejar dinero en las arcas parisienses. Para el PSG, ese acuerdo concierne a esos 55 millones, pero Mbappé considera que el pacto caducó y contenía cláusulas ocultas.