A los 20' del segundo tiempo, y durante más de 15', el partido entre Boca y Quilmes por la Copa Argentina estuvo interrumpido por lamentables incidentes provocados por hinchas del conjunto cervecero.
A los 20' del segundo tiempo, y durante más de 15', el partido entre Boca y Quilmes por la Copa Argentina estuvo interrumpido por lamentables incidentes provocados por hinchas del conjunto cervecero.
Justo tras el gol de Pavone, quien descontó para Quilmes, un grupo numeroso y violento de hinchas quilmeños lanzaron piedras y todo tipo de proyectiles contra hinchas de Boca que estaban en un sector de la platea techada.
Pese a que había un pulmón y presencia policial, el enfrentamiento no se detuvo hasta que intervinieron efectivos de seguridad en la tribuna y los bomberos lanzando agua para dispersar a los violentos.
En un momento los jugadores de Quilmes, quienes intentaban calmar los ánimos, se vieron envueltos en una discusión con bomberos y policías ya que un auxiliar del equipo (el jefe de seguridad) resultó herido, pero afortunadamente no fue nada grave.
"Es triste, lamentablemente es una tristeza. Venimos a un espectáculo deportivo y tenemos que vivir esto. Creíamos que se podía volver a jugar con las dos hinchadas y ahora vemos este episodio", remarcó el árbitro Ariel Penel.
Luego, tras casi 20' de interrupción, el partido continuó aunque el clima dentro del estadio Malvinas Argentinas estuvo alto tenso, algo lamentable teniendo en cuenta que el partido había sido muy correcto y más que entretenido.
Luego, a reanudarse el juego, los hinchas de Boca desplegaron banderas y utilizando bengalas le dieron mucho color y humo a la popular Norte, donde no hubo incidentes que lamentar.