A los seguidores del fútbol con buena memoria, el accidente que sufrió el arquero Esteban Andrada les recordó la fractura de mandíbula que sufriera otro portero de Boca, Hugo Orlando Gatti, el 11 de abril de 1978, y que se recuperó en tiempo récord de 28 días.
En aquella oportunidad, por la undécima fecha del Campeonato Metropolitano, Boca visitó a Independiente, cuyo fornido delantero Daniel Astegiano chocó al "Loco", lo golpeó con la rodilla en el rostro y le produjo la fractura de mandíbula.
El blog "Imborrable Boca" registra ese momento, en que Gatti quedó tendido en el césped sin conocimiento y ensangrentado.
Y cuenta que se llegó a temer una desgracia mayor, algo que el relator José María Muñoz narrara aquel domingo con dramatismo por Radio Rivadavia.
El partido terminó 1 a 1 y el reemplazante de Gatti, Carlos Biasutto -identificado con Rosario Central- llegó a contenerle un penal a Ricardo Elbio Pavoni, el uruguayo que pateaba "con un cañón".
La operación de mandíbula del "Loco" fue seguida atentamente por toda la prensa.
Días después Gatti ya se mostraba con su cara enyesada y con unos feísimos alambres sosteniéndole la boca, un monstruo verdadero, recuerda la historia.
Todo continuó porque Boca cayó con River como local y sufrió luego una goleada 1-5 contra el Rosario Central de Kempes en Rosario.
Entonces se abrió la polémica, relacionada con el riesgo de que Gatti apurara su regreso, 28 días después del choque con Astegiano.
"El Loco" reapareció con un protector y el equipo de la riberale le ganó por 3 a 0 a Estudiantes en La Boca.
Aquel equipo de Juan Carlos Lorenzo construyó así los cimientos de los títulos que ganó después: bicampeonato nacional más copas Libertadores e Intercontinental.