Se jugaba el tiempo de descuento cuando, el arquero del Curitiba, Wilson Rodrigues, corrió hasta el área rival para intentar cabecear y darle el agónico empate a su equipo que perdía por 3 a 2 contra Río Branco.
El aliento comenzó a bajar desde las tribunas, y estalló el Couto Pereira, estadio del Curitiba, cuando Wilson Rodrigues conectó el balón con la cabeza y le dió el empate a su equipo.