Análisis y opinión

Seguimos arriba en el campeonato mundial de la inflación

Las proyecciones indican que el año cerrará en el 100 por ciento y persisten las dudas sobre el 2023

El dato de octubre confirmó que la inflación sigue a todo ritmo y que el costo de la canasta de alimentos sigue subiendo a un promedio mayor, con el 9,5 por ciento sobre el mes anterior.

Las cifras no dejan de alarmar, más cuando los más pobres gastan prácticamente lo que tienen en alimentarse, en subsistir.

El programa de Precios Justos todavía sigue en veremos, pese a que es la apuesta de Massa para intentar frenar el vértigo de las remarcaciones. De tantos preparativos, muchos de los productos han tenido fuertes subas como para tener un colchón antes de los cuatro meses de congelamiento, el período que deberían permanecer sin cambios.

La canasta integrada por 1.700 artículos tendría que estar disponible en las góndolas de los comercios minoristas de todas las provincias de manera sostenida, con el stock suficiente y visible al consumidor. Los antecedentes de programas similares no han logrado bajar la inflación, pero lo que se busca en este caso es asegurar un conjunto de productos de alta rotación y consumo a precios estables.

►TE PUEDE INTERESAR: Precios Justos: Massa lanzó el programa con más 1.500 productos y control a través de una app

Para eso Massa ha celebrado múltiples reuniones con las cabezas industriales y comerciales con las que debe acordar, o maquillar, el consenso que necesita el programa. Mientras, el tiempo transcurre y se devora los bolsillos.

Los dólares financieros y el blue en el mercado paralelo han acusado el ritmo inflacionario, en tanto el Banco Central esta semana tuvo una sangría de 180 millones de dólares.

No todo ha sido negativo los últimos días, evalúan desde el Ministerio de Economía, quienes ponen en el haber sendas reuniones encabezadas por Alberto Fernández con la titular del FMI y con Xi Jimping.

Las declaraciones posteriores de Kristalina Giorgieva, si bien advirtió sobre la necesidad de combatir la inflación, tuvieron un tono conceptuoso respecto de los esfuerzos de estabilización liderados por Sergio Massa.

El ministro de Economía. por su parte, se encargó de destacar la ampliación del swap de libre disponibilidad, que permitirá duplicar las reservas del Central: "De 5.000 millones de dólares producto del dólar soja pasa a tener 10.000 millones de dólares", aseguró, con la idea de asegurar las importaciones para mantener el nivel de actividad.

Además del trato con el organismo, las apreciaciones de Giorgieva vienen bien para compensar en parte el miedo que metió el segundo del Ministerio de Economía, Sergio Rubinstein, al traer a cuento el peligro de la hiperinflación, la devaluación y el "Rodrigazo".

Son temas sensibles en la plaza argentina y cualquier declaración al respecto que merezca aclaraciones para direccionar expectativas negativas genera ruidos innecesarios en la frágil economía.

Entre tantas rencillas internas, Massa necesita alinear en su política a los principales referentes del Frente de Todos, una empresa compleja cuando cada cual tira para sus propios intereses.

Martín Guzmán explica en parte todo lo que implica un gobierno de varias cabezas. Después de mantenerse en silencio desde que dio el portazo al ministerio, dice que gestionar en esas condiciones era una "hazaña". También cuenta que los funcionarios que respondían al kirchnerismo no hacían caso a sus instrucciones y que se habían roto los puentes con Cristina, previo al acuerdo con el FMI. El voto negativo de la Cámpora impactó en las expectaticas, recuerda.

Al kirchnerismo le importa "proteger su capital simbólico" y Máximo "actúa como un chico caprichoso", afirma entre otras definiciones.

Todos son hechos que se han visto a la luz pública pero, relatados por Guzmán desde su experiencia, no dejan lugar a dudas del rol que cumple la política en el ordenamiento de la Economía.

Políticas truchas

Cristina Kirchner.jpg
Cristina Kirchner encabezó esta semana un acto en La Plata.

Cristina Kirchner encabezó esta semana un acto en La Plata.

El escándalo del manejo de fondos detrás del programa Potenciar Trabajo también entraña pujas en el poder por las cajas de las ayudas sociales. Ya Cristina había apuntado hace un tiempo a los líderes de organizaciones piqueteras, que a su vez son funcionarios, por el manejo de los fondos que ella quería desplazar hacia sus intendentes aliados del conurbano.

Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social, y leal a Alberto Fernández, empezó a dar de baja a más de 2.000 beneficiarios que compraron dólares, al tiempo que precisó que se han encontrado irregularidades sólo en el 0,3 por ciento de los empadronados. Además, anunció que ha instruido una "auditoría interna de los procedimientos administrativos para detectar posibles inconsistencias en los procesos de alta y baja del programa Potenciar Trabajo".

El caso se inscribe en el largo listado de aprovechamientos indebidos de los recursos del Estado que la política desde hace años se encarga de prohijar. La cuestión es cuánto se podría evitar del malgasto o en cuánto se podría mejorar, sin tanto intermediario, la asignación para los beneficiarios que realmente la necesitan.

En el acto por el Día de la Militancia, en modo electoral, Cristina insistió en que en su segundo mandato los trabajadores "podían llegar a fin de mes, ahorrar y vacacionar". Como si estuviera fuera del Gobierno, criticó los "condicionamientos del FMI" y dijo que "podemos volver a ser esa Argentina".

Preparando el terreno electoral, Cristina reclamó la presencia de la Gendarmería en el conurbano bonaerense, consciente de que la seguridad es una de las demandas populares que figura en el podio.

La maniobra para asegurarse el senador por la segunda minoría en el Consejo de la Magistratura es coherente con el nuevo embate que hizo contra el Poder Judicial ante la masa de sus incondicionales seguidores.

"Todo en su medida y armoniosamente", respondió citando a Perón, cuando la multitud en el Estadio Único de La Plata le clamaba por "Cristina Presidenta". Lo que no debería perder de vista la vicepresidenta es que la armonía debe empezar por el Gobierno para estabilizar la economía, porque si no la inflación se puede llevar puesto todo, hasta las pretendidas candidaturas.

►TE PUEDE INTERESAR: ¿Qué va a pasar con la Selección y con la economía?

Temas relacionados: