Análisis y opinión

De Sex and The City a Just Like That: el paso del tiempo y los desafíos de la vida post cincuenta 

En los últimos años hubo importantes cambios sociales que implicaron nuevas perspectivas respecto a la diversidad etaria y la gerontofobia. Procesos que tienen un correlato en los paulatinos cambios plasmados en nuevas representaciones

Para los fans de Sexo en la Ciudad hay buenas noticias: las “chicas” siguen sus andanzas pasados los cincuenta y hay una tercera temporada de “And Just Like That” en camino.

Para quienes no la conocen, Sex and The City es la icónica serie de Darren Star realizada en base al libro de Candance Brushnell sobre los encuentros y aventuras de 4 amigas en Nueva York: Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha viven en Manhattan sus aventuras, experiencias, amores, desamores, trabajos, carreras, idas y vueltas, transitando sus vidas en libertad en una etapa de sus vidas que va entre los treinta y cuarenta años.

Repletos de cosmopolitans, fiestas, bares, escritura, eventos, presentaciones de libros, citas, galerías de arte, moda, teatro, novios, amigos, trabajos, familia, separaciones y más moda, los 94 capítulos de las 6 temporadas entre fines de los noventa y comienzos de los 2000 nos muestran sus vidas y su crecimiento.

¿Y qué pasa después de la serie? ¿Hay acaso esperanza de vida para sus personajes? La saga tuvo sus primeros bonus tracs en dos películas (2008 y 2010). En la primera se encauza la larga historia entre Big y Carrie y en la segunda, se muestra a las cuatro amigas un poco más grandes en un entorno exótico: un particular viaje a Abu Dabi.

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Sin embargo, la vuelta a la vida en NY de las amiga, el reencuentro con sus vidas cotidianas post cincuenta, a veinticinco años de comenzada la serie, fue puesta en escena recientemente por la saga de HBO “And Just Like That”. Con nuevos personajes sobreadaptados a los signos de época en materia de diversidad y tratando temas difíciles como el duelo, la primera temporada desconcierta un poco y deja a los fans un sabor amargo.

Sin embargo, hay revancha. La segunda temporada de “And Just Like That”, emitida en los últimos meses con un capítulo nuevo cada jueves, se dejó saborear. Se recuperan personajes entrañables de la serie como Aidan, el otro gran amor de Carrie, y “las chicas” en plena madurez, vuelven al ruedo.

Con emoción y vértigo, con nuevas búsquedas y descubrimientos en el transito de la segunda parte de sus vidas, que también plantea desafíos y nuevas emociones, se crean nuevas amistades, nuevas historias y redescubren pasiones. Además hay moda, glam y mucha más moda en la gran manzana con gala del MET incluida. E, incluso, reaparece brevemente por video llamada la mismísima Samantha, la gran ausente de And Just Like That, prometiendo apersonarse en la tercera temporada, cooming soon.

¿Es posible que nuestras heroínas brillen en sus vidas post cincuenta? ¿Por qué nos cuesta tanto asumir la edad, las arrugas, las marcas del paso del tiempo?

¿Acaso nos hacía más ilusión que “las chicas” de Sexo en la Ciudad se queden congeladas y no envejezcan? ¿Acaso en los post cuarenta ya no podemos correr, ilusionadas y con zapatos en mano, por las calles de NY para llegar a un evento?

En el mito griego, Sibila, pactó con Apolo la vida eterna, pero como se negó a entregarle su virginidad, se le negó la eterna juventud. Entonces, fue marchitándose hasta convertirse en una pequeña cigarra y quedar encerrada en una jaula como un alma en pena cuyo único deseo era la imposible consumación de su muerte. Esa negación aún nos plantea culturalmente grandes dilemas.

Sin embargo, en los últimos años hubo importantes cambios sociales que implicaron nuevas perspectivas respecto a la diversidad etaria y la gerontofobia. Estos procesos, aunque de manera no lineal, tienen un correlato en los paulatinos cambios plasmados en las nuevas representaciones y narrativas publicitarias.

No obstante, hay publicidades circulantes que aún mantienen estereotipos en las representaciones femeninas siempre jóvenes, siempre etéreas, siempre delgadas, inmutables, no humanas. Las empresas deberían reconsiderarlo ya que hoy en día hasta la propia Barbie se cansó de ser estereotípica.

Será cuestión de seguir acompañando a las entrañables amigas de Sex and The City. Ellas transcurren sus vidas y actuaciones en paralelo a nuestras vidas y son tan fabulosas que se animan a mostrarlo en “Just Like That”.

Al contrario que Sibila, las protagonistas de esta saga hacen gala de su constante deseo y derecho de vivir la segunda parte de sus vidas en plenitud y envejecer disfrutando ¿y por qué no? disfrutar envejeciendo.

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