Competencia

Esquí: Odermatt dominó Beaver Creek y volvió a mandar en el Gigante

Marco Odermatt dejó atrás años de mala racha y volvió a demostrar por qué es el gran protagonista del esquí alpino actual

Marco Odermatt volvió a hacer lo que mejor le sale en esquí. Esta vez fue en el Gigante de Beaver Creek, en Estados Unidos, un escenario que históricamente le había dado la espalda, pero que el deportista oriundo de Suiza finalmente logró destrabar con una victoria trabajada, sólida y, por momentos, sufrida. Después de una primera bajada casi perfecta y una segunda llena de sobresaltos, terminó cerrando el día con un tiempo total de 2:20.59 y un festejo que venía buscando hace años.

El suizo salió con el dorsal 1 y marcó desde el arranque un ritmo que ninguno pudo igualar. Su primera manga fue quirúrgica. El que más se le acercó en ese tramo fue Lucas Pinheiro Braathen, pero aun así quedó a 0.89 segundos y después terminaría quinto.

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La segunda bajada, en cambio, mostró a un Odermatt más humano. Tuvo varios errores, especialmente al pasar por las huellas ya marcadas. Parecía que el margen se le escapaba. Pero, como tantas veces, encontró el ritmo justo cuando más lo necesitaba y cruzó la meta para quedarse con la Copa. Así, cortó una racha negativa en Beaver Creek, donde acumulaba tres DNFs y un 27° puesto como mejor resultado en Gigante.

“Es muy especial”, dijo después. “Ya ganar el Downhill acá era importante en mi lista y además este Gigante me faltaba, lo quería”. Con este triunfo, quedó empatado en lo más alto de la clasificación de la disciplina junto al austríaco Stefan Brennsteiner, ganador de la semana pasada.

La gran revelación del día fue Alex Vinatzer. El italiano, que venía décimo tras la primera manga, hizo una segunda bajada impecable y se metió en su primer podio de Gigante con un segundo puesto.

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En tanto, Henrik Kristoffersen completó el podio y sumó su cuarto top 3 en las últimas cinco carreras de Gigante. Con este resultado, el noruego quedó tercero en la clasificación general de Gigante, justo por delante de Vinatzer.

Para Odermatt fue un finde redondo: ganó el Downhill, fue quinto en el Super G y ahora sumó el Gigante. Una señal más de por qué es el nombre más fuerte del esquí alpino actual.

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